Cinco trucos para evitar las intoxicaciones alimentarias en verano
Cuando el calor aprieta, se debe estar aún más atentos a la calidad y estado de los alimentos
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El doctor Fernando Baixauli, pediatra del Hospital Vithas Rey Don Jaime y Virgen del Consuelo de Valencia, aporta una serie de pautas para evitar las intoxicaciones alimentarias en verano, que son más comunes que en el resto del año, como una correcta higiene de manos o evitar la carne y pescado crudos.
1. Higiene de manos
Sobre medidas para evitar esta situación, asegura que la higiene de manos es «fundamental» para evitar una intoxicación alimentaria. «Esta medida es básica: antes de comer o coger alimentos con la mano o después de ir al baño, los niños se deben lavar las manos con jabón. Por otra parte, los adultos a la hora de preparar y cocinar los alimentos, debemos extremar la higiene y mantener limpias todas las superficies y los utensilios que usemos», insiste.
2. Beber solo agua potable
Respecto a la bebida, señala que resulta «clave» beber solo agua potable o embotellada, así como leche pasteurizada. Además, agrega que en esta época del año hay que «evitar el pescado y la carne cruda, y cocinarlos completamente, además de conservar los alimentos en nevera y separar los crudos de los cocinados y, cuando a un niño se le ofrezca fruta o verdura, lavarla siempre con agua potable».
3. Refrigera cuanto antes los alimentos
En la compra, deja para el final los alimentos que necesitan refrigeración y date prisa para volver a meterlos en frío. Después de comprar, refrigera la comida cuanto antes, no la dejes a temperatura ambiente, ya que es la más peligrosa.
La humedad y las altas temperaturas favorece la aparición de microorganismos en los alimentos y bebidas que «pueden provocar desde molestias gastrointestinales leves hasta una colitis, salmonelosis y en casos extremos incluso daño renal», advierte el doctor Fernando Baixauli, pediatra del Hospital Vithas Rey Don Jaime y Virgen del Consuelo de Valencia.
La mayoría de las bacterias se reproducen de forma óptima a 37º. Para dificultar su proliferación se deben mantener por debajo de los 5º aquellos alimentos que deban estar refrigerados y, por otro, alcanzar al menos los 65º durante dos minutos al cocinarlos, recuerda, por su parte, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
4. Elegir bien el restaurante
En el caso de que la familia acuda a comer a un establecimiento hostelero, lo más recomendable, según la Asocación Valenciana de Pediatría, es «comprobar que la comida que se vaya a ingerir está conservada en condiciones sanitarias adecuadas, y evitar el consumo de alimentos expuestos a temperatura ambiente, en vez de estar de forma conveniente en vitrinas refrigeradas».
También recomienda no comer alimentos que puedan contener huevos crudos (como el aderezo para ensaladas César, la masa cruda para galletas, el ponche de leche y huevo, o la salsa holandesa). Use sólo aderezos, compotas y salsas que vengan en empaques de una sola porción.
5. No lavar le pollo crudo
Otra de las recomendaciones es no lavar el pollo crudo, ya que no es necesario antes de cocinarlo. Lavar el pollo crudo puede dar lugar a una contaminación cruzada y se puede extender a otros alimentos o utensilios de la cocina a través de salpicaduras. La carne de pollo además nunca se puede consumir cruda: cuando se cocina pollo, es necesario asegurarse de que pierde el color rosado y los jugos son claros.
Síntomas de intoxicación
Los niños pequeños, los adultos mayores de 65, las mujeres embarazadas y las personas con sistema inmunitario debilitado son el colectivo más vulnerable a padecer este tipo intoxicación alimentaria.
«Por ello ahora que el calor aprieta, se debe estar aún más atentos a la calidad y estado de los alimentos. En el caso de los niños menores de 5 años, tienen el sistema inmunitario todavía en desarrollo, por lo que la capacidad de su cuerpo de luchar contra microbios y enfermedades no es tan fuerte como la de un adulto», explica el doctor Fernando Baixauli, pediatra del Hospital Vithas Rey Don Jaime y Virgen del Consuelo de Valencia.
La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria o los más comunes son provocados por 'Salmonella', 'E. Coli', 'Estafilococo' o 'Shigella'. Para saber si un niño presenta o no intoxicación alimentaria, el doctor Bauxauli recalca algunos de los síntomas:
«Normalmente, las primeras señales de intoxicación aparecen algunas horas después de haber ingerido los alimentos contaminados. El niño empieza a encontrarse débil, y comienza con diarrea, náuseas y vómitos. Además, también aparece de dolor de cabeza, fiebre, y dolor abdominal».
Baixauli apunta que la pérdida de líquidos propia de las intoxicaciones alimentarias puede provocar deshidratación. «La sintomatología se puede apreciar si el niño tiene labios secos, ojos hundidos, sed intensa, mareos o debilidad, poca o nula producción de orina, y en casos de niños de corta edad, una pérdida abundante de líquidos por los vómitos o la diarrea, aunque no haya signos de deshidratación».
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