Cierran sin culpables el caso de la mujer que se suicidó tras compartirse un vídeo sexual suyo en su trabajo

Verónica Rubio tenía 32 años y era carretillera en la fábrica de camiones CNH Industrial, propiedad del grupo Iveco

Los trabajadores de Iveco concentrados el año pasado en recuerdo de su compañera Archivo

ABC

La justicia ha decidido cerrar sin culpables el caso de la mujer que se quitó la vida el 25 de mayo de 2019 tras compartirse un vídeo sexual suyo entre sus compañeros de trabajo, según ha informado «El Periódico».

Verónica Rubio era carretillera en la fábrica de camiones CNH Industrial, propiedad del grupo Iveco, ubicada en Madrid. Madre de dos niños, se suicidó el año pasado después de que se difundiera masivamente unas imágenes íntimas en las que aparecía entre buena parte de los 2.500 empleados de su planta.

«Se puso muy nerviosa y se tuvo que marchar porque no aguantaba la presión, tanto aquí como de su entorno familiar», explicó Susana, compañera de trabajo de la fallecida. « Ella quería que la historia pasase , que la gente dejara de hablar cuanto antes, no tenía pensado denunciar».

Tras el suceso, las autoridades abrieron una investigación para investigar lo ocurrido. Fuentes próximas al caso aseguraron a Efe que el anterior compañero sentimental de la empleada , y principal sospechoso de la difusión del vídeo, acudió voluntariamente al puesto de la Guardia Civil de la población donde residía, Mejorada del Campo, al este de Madrid.

El hombre se identificó como «la expareja de la chica que había quitado la vida el otro día», confirmaron fuentes del Instituto Armado, que puso al hombre a disposición de la Policía Nacional de Coslada, que investigaba el caso. Dos agentes de la Policía se personaron en este cuartel y le trasladaron a las instalaciones de la Brigada Central de Investigación Tecnológica de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, donde se le tomó declaración, según informaron fuentes policiales a ABC. Negó haber sido la filtración de las imágenes. Al cierre de esta edición aquel día, quedó en libertad sin cargos al no hallarse «indicios de criminalidad contra él» .

Finalmente, el juzgado de lo penal número 5 de Alcalá de Henares (Madrid) no ha logrado identificar a la primera persona que divulgó dicho material.

Además, la víctima nunca llegó a denunciarlo, por lo que no se ha podido investigar un delito contra la intimidad .

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