Cientos de focas acuden a la isla alemana de Helgoland para dar a luz
El número aumenta, según los guardabosques, por el calentamiento de la temperatura del agua en los últimos 45 años
![Una foca gris en Helgoland](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2020/01/13/foca-gris-kk8B--1248x698@abc.jpg)
El barco sale de Cuxhaven , al norte de Alemania, a las seis de la mañana. Una monitora da instrucciones a los niños, los más entusiasmados de la expedición, acerca de las normas de seguridad. También les explica cómo han de comportarse para no molestar a los animales. En pleno mar del Norte, a 60 km de la costa alemana, la isla de Helgoland, con sus impresionantes acantilados, amanece entre la niebla cuando los turistas se acercan a sus costas, a las que cada año, entre noviembre y enero , acuden cientos de focas grises para dar a luz a sus crías . Se la conoce como la «isla sagrada» de las focas y a estas alturas de la temporada pueden avistarse por docenas los cachorros recién nacidos e incluso de algunas semanas de edad, que acompañan y a sus madres en el agua.
Noticias relacionadas
Helgoland, isla de menos de dos kilómetros de longitud y unos 850 metros de anchura, ocupa una superficie de unas 40 hectáreas y fue una base submarina durante las dos guerras mundiales. Es muy popular su camping en verano y constituye un habitual destino de las excursiones escolares, pero ahora sufre casi a diario fuertes vientos y muy bajas temperaturas que dejan ateridos a los buscadores de focas en la cubierta pero que parecen disfrutar los recién nacidos de piel blanca. La asociación Jordsand, que trabaja para la preservación de la biodiversidad de los espacios costeros, ha registrado más de 520 nacimientos desde noviembre. «Lo que ocurre aquí es único», constata Heiner Beck, de Wiesbaden, fascinado con los mamíferos marinos. «Estuve aquí hace 25 años y entonces había solamente unas pocas focas, pero ahora son muchas y poder estar tan cerca de ellas, es realmente una experiencia», dice.
![Un joven ejemplar de foca gris](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2020/01/13/foca2-kk8B--510x349@abc.jpg)
Las focas con sus crías y los turistas coinciden en un espacio relativamente reducido en la playa sur. A veces, las interacciones entre humanos y animales causan lesiones menores. «Los paseantes de playa y los fotógrafos a veces se acercan peligrosamente a los depredadores », reconoce Rebecca Ballstaedt, de la asociación Jordsand, «aquí están más acostumbrados al contacto humano que en otros entornos, pero no dejan de ser madres protegiendo a sus crías». La distancia recomendada de 100 a 300 metros que se debe mantener respecto a los animales en el Parque Nacional del Mar de Wadden no es posible en Helgoland, por la falta de espacio, pero se recomienda mantener una distancia de al menos 30 metros para minimizar tanto como sea posible que los cachorros se acostumbren a los humanos, que seguirán siendo en el futuro los principales depredadores de la especie. «Esa es la recomendación para no poner en peligro a los invitados y para no entrenar a los animales para que se comporten de manera extraña», insiste Ballstaedt, como predicadora en el desierto, porque tanto los niños como los adultos con cámara fotográfica parecen sentir una irresistible tentación de cercanía con las focas.
Las focas grises con una longitud de hasta tres metros y un peso de hasta 320 kilogramos son, sin embargo, los depredadores más grandes de Alemania. Una fila de barras de hierro, cuerdas y numerosos letreros de información intenta fijar una prudente distancia entre las especies desde julio de 2018. «Es parte del concepto holístico de convivencia entre foca gris y turismo, que se ha desarrollado en los últimos años junto con la comunidad para unir a los animales y las personas de manera responsable», dice Ballstaedt.
![Cientos de focas acuden a la isla alemana de Helgoland para dar a luz](https://s1.abcstatics.com/media/sociedad/2020/01/13/foca3-kk8B--510x349@abc.jpg)
Según la información de la Secretaría del Mar de Wadden, se registraron un total de 6.144 focas grises en el Mar de Wadden danés, alemán y holandés en 2018. Como presunto competidor de los pescadores, la foca gris casi se había extinguido en el Mar del Norte a lo largo de los siglos. Lejos han quedado las cruentas escenas de caza de recién nacidos, muy apreciados en otras épocas por sus pieles. Esta práctica ha sido totalmente erradicada en la zona. Hoy hay varias colonias con crías en el Mar de Wadden en la que, por el contrario, es el ser humano el que toma parte activa en su reproducción y supervivencia. Helgoland acoge una repoblación desde el invierno de 1996-97. Desde entonces, el número ha aumentado constantemente. Una de las posibles razones, según los guardabosques de la isla , es el calentamiento de la temperatura del agua de 1,6 ºC en los últimos 45 años , como consecuencia del cambio climático. «Por ahora les está beneficiando el cambio, pero si el nivel del agua aumenta, se reduciría la superficie disponible en la isla y eso sería un problema», advierte Ballstaedt. Unos mil animales comparten el limitado espacio en las dunas en el momento de cambio de pelaje, una cuarta parte de toda la población de focas del Mar del Wadden.
Al atardecer, cuando la niebla vuelve a apoderarse de la isla, los turistas se alejan de nuevo en el barco. Los recién nacidos se quedan tres semanas con su madre, el tiempo del destete, antes de lanzarse al agua. Muchos de ellos volverán el próximo invierno a Helgoland, ya como focas adultas dispuestas a dar a luz a sus propias crías, cumpliendo una vez más el ciclo de la vida.