Ciencia e ideología
Los científicos podemos adoptar una ideología como cualquier ciudadano, la Ciencia no puede someterse a ese dictamen
El relato de la Ciencia y la Tecnología demanda la objetividad de siempre, al tiempo que se centra cada vez más en fenómenos complejos. Aunque el progreso se apoye en aproximaciones reduccionistas –los espectaculares avances en Biomedicina son un buen ejemplo- la complejidad de los fenómenos no puede ser olvidada. Tampoco caben soluciones tecnológicas que respondan a una única opción. La dimensión ética ha de aportar una valoración sobre la moralidad de las investigaciones y los proyectos, en especial (es mi opinión) cuando afectan a la vida humana.
A principios de siglo, con la emergente Medicina Regenerativa (reparar con células madre la degeneración que diversas patologías causan en órganos y tejidos), la administración USA decidió por razones éticas no financiar con fondos federales investigaciones que destruyeran embriones humanos para obtener células madre embrionarias. Proponía el empleo de las reservas de células madre del organismo adulto. Todo ello motivó el que el estado de California, como contrapeso, destinara tres mil millones de dólares a investigaciones que incluían células embrionarias. El conflicto derivó por completo al terreno de la ideología; desde la izquierda se llegaba a acusar, a quienes no fomentaran el empleo de células embrionarias, de impedir la curación de la diabetes o los trastornos neurodegenerativos. Una polémica política que también vivimos en España, hasta que el Comité Asesor de Ética, que tuve el honor de presidir en 2003, planteó opciones globales para la Medicina Regenerativa incluidas las células madre embrionarias.
La científica californiana Jeanne Loring comenta ahora en la revista Nature que el fondo de investigación se ha agotado ya, sin que exista un solo tratamiento aprobado en humanos con células madre embrionarias. Confía en que lo aprendido con la experimentación realizada contribuya a soluciones definitivas de Medicina Regenerativa, que probablemente –añado- no utilicen nunca células embrionarias sino células adultas reprogramadas. Un resultado colateral muy indeseable ha sido la proliferación de ofertas de seudoterapias regenerativas sin fundamento científico. Los científicos podemos adoptar una ideología como cualquier ciudadano, la Ciencia no puede someterse a ese dictamen.