Cien kilómetros para huir de la pobreza

Durante 27 horas con 29 minutos se pusieron en la piel de las miles de mujeres y niñas del mundo que cada día se ven obligadas a recorrer decenas de kilómetros para llevar agua a sus aldeas. Dos de los ocho embajadores de ABC que participaron este fin de semana en la sexta edición del reto TrailWalker , organizada por Oxfam Intermón, cruzaron el arco de meta en ese tiempo. Pero no se trataba de una cuestión de marca, sino de experimentar una lección de vida, a título personal y en compañía, recorriendo 100 kilómetros en siete tramos y en menos de 32 horas por el Valle del Lozoya y la Sierra Norte de Madrid .

Intermón Oxfam solicita a las entidades que se prestan al desafío una recaudación de al menos 1.500 euros por cada equipo que presente, un donativo que va a parar a más de 400 proyectos solidarios para erradicar la pobreza. En esta ocasión, la ONG sumó 200 grupos, o lo que es lo mismo, 800 personas entregadas a esta marcha solidaria. Cada equipo está integrado por ocho participantes: cuatro se enfrentan a la prueba y dos sirven de apoyo para todas sus necesidades a lo largo de la ruta.

La cabecera centenaria consiguió formar dos conjuntos para vivir esta aventura. El primero, con el dorsal M161, estuvo formado por Juan Enrique Elvira (42 años), jefe de Difusión de ABC; Juan Fernández-Miranda (36), redactor jefe de la sección España; César Cervera (27), redactor especializado en Historia, y Marta Rodríguez (24), redactora de la sección Madrid. Dieron vida al segundo equipo (dorsal M164) Alfonso Armada (58), director de El Cultural; Luis Prados (51), coordinador del Máster de ABC; David Vilares (26), redactor web especializado en Deportes, y Lucía Cabanelas (24), redactora web multidisciplinar. Pilar Sainz, directora de Relaciones Institucionales ; Raquel Herrera , directora de Recursos Humanos; David Peiró, responsable de Financiero, y Tatiana García, redactora de Madrid, configuraron el grupo de apoyo.

Marta Rodríguez y César Cervera, ayudado por dos bastones, atravesaron el arco que ponía fin a la prueba agarrados el uno al otro. «Tengo dolores por todo el cuerpo . La clave para conseguirlo ha sido el equipo que tienes alrededor y pensar en cada tramo», expresaba la primera. El segundo, al que se le conocía en las últimas etapas como «el renacido del valle», tenía claro desde que comenzó la carrera que la terminaría, aunque nadie apostara por su triunfo: «Estoy agarrotado . Lo pasé mal en la etapa del kilómetro 50, pero después remonté, y las últimas me ha llevado Marta de la mano·.

Ninguno de los participantes de ABC era deportista avezado. Todos padecieron sensaciones que nunca habían tenido, mezcladas con el frío y la oscuridad de la noche y el calor de la luz del día; con las risas y el suplicio de la marcha; con la energía y el agotamiento; con la perseverancia y el desistimiento. Pero ni el dolor, ni la sed, ni las rozaduras, ni los calambres apagaron el buen humor y la alegría. La clave fue el compañerismo, aunque seis se quedaran forzosamente por el camino.