¿Hacia un Covid no patógeno?

Algunas estimaciones señalan que la relación de los coronavirus con el hombre se remonta a hace unos 8.000 años . Conocer un grupo de virus, tan grande y diversificado como los coronavirus, permite reconstruir algo de la historia reciente. Los coronavirus humanos actuales proceden fundamentalmente, aunque no exclusivamente, del murciélago, su reservorio principal. En 2002 surgió el primer coronavirus SARS-CoV, altamente patógeno pero que se extinguió en menos de un año; el MERS-CoV, aún más patógeno, saltó al hombre a través de los camélidos diez años después y tuvo una extensión limitada. El SARS-CoV-2 productor del Covid que todavía padecemos se ha llevado ya casi cinco millones de vidas.

Importa reflexionar sobre la evolución de la enfermedad y la pandemia. Cuando siguen surgiendo variantes que preocupan porque pueden ser más transmisibles y virulentas, también cabe formular la pregunta de si es posible que surjan otras variantes que, siendo más transmisibles, estén atenuadas en su virulencia o que produzcan infección banal. Los previsibles procesos de mutación indican que esta evolución a virus menos patógeno no es descartable. De hecho, los cuatro coronavirus catarrales que circulan, afectando a seres humanos de todas las edades, pueden ser el resultado de la evolución de otros coronavirus epidémicos, mucho más patógenos, que impactaron en el pasado y que perdieron la virulencia. Interesante resulta el que la reacción inmunitaria que desencadenan presenta reacción cruzada con el Covid.

No parece que estemos en condiciones de pronosticar si va a ocurrir esta evolución más favorable, tan deseable por otro lado. De lo que no cabe duda es de que va a depender del nivel de inmunidad colectiva, sea por vacunación o por infección natural. Aunque en muchos países hayamos alcanzado ya una proporción alta de vacunados, en otros llevará muchos meses subir del 10% . Entiendo como muy importante que surjan nuevas vacunas, de entre las que está de camino las de virus atenuados (como la del grupo del doctor Enjuanes del CSIC) pueden marcar la diferencia. Al fin y al cabo, atenuar la patogenicidad de SARS-CoV-2 es lo que necesitamos .