Pandemia y medicina individualizada

Seguimos afrontando la primera gran pandemia del siglo XXI , para muchos la más importante después de la gripe de 1918 , mal llamada gripe española, con su balance de 50 millones de muertes. Posteriormente, la mortalidad de la gripe asiática (1957) y la de Hong Kong (1968) superaría el millón de personas en ambas. El Covid-19 , muy activa aún en gran parte del mundo, contabiliza ya más de medio millón de fallecimientos, cifra en aumento constante.

En medio de notables esfuerzos para desarrollar los ansiados tratamientos curativos, y preventivos en forma de vacunas, nos podemos preguntar qué aporta la Medicina Individualizada para la gestión sanitaria de esta pandemia de coronavirus . Las nuevas tecnologías biómicas, basadas el conocimiento de genomas, representan una situación diferencial con respecto a otros tiempos y a otras pandemias.

La pregunta de por qué algunas personas parecen infectarse con facilidad, mientras que otras claramente expuestas no se infectaron o padecieron el Covid-19 de forma asintomática, puede ser respondida gracias al conocimiento detallado del genoma de grandes cohortes de enfermos. El camino será aun largo, pero las primeras respuestas comienzan a aparecer; las variaciones de secuencias en determinada región del cromosoma 3 determinan una mayor susceptibilidad a la infección en sus formas más graves.

Igualmente, los genes que controlan nuestro grupo sanguíneo parecen influir en cómo de vulnerables somos, con el grupo A como más susceptible y el grupo 0 con menor riesgo de padecer las formas más graves. Otras preguntas que cabe aspirar a responder se relacionan con la propia evolución genética del virus. Con más de 60.000 estirpes del virus SARS-CoV-2, aislados y secuenciados en todo el mundo, se identifican seis linajes que se han ido estableciendo en distintos lugares y diseminándose a otros. No parece que ninguno de ellos sea notablemente más virulento que los otros, pero este conocimiento permitirá seguir la evolución de un virus que continúa expandiéndose. La tecnología biomédica actual, tanto en lo referente al cada hospedador humano como a cada estirpe del virus, van a ayudar a mejor conocer y combatir la pandemia que nos aflige.