Coronavirus: salir gracias a la Ciencia
En España, el retrasar todo a después del 8 de Marzo lo estamos pagando caro
Nunca estuvo la humanidad tan preparada para hacer frente a una pandemia. El conocimiento científico reveló en tres semanas el genoma del virus emergente, así como sus pautas de infección y diagnóstico. Los recursos terapéuticos aplicables a virus similares se utilizaron en tratamientos que se revelaron útiles, según la experiencia y la responsabilidad de los clínicos. Hay noticia de prototipos de vacunas en ensayos . Sin embargo, la extensión de la pandemia, la heterogeneidad del manejo de la misma en distintos lugares, la gravedad de la infección para muchos seres humanos, tiñen día a día las estadísticas con un rastro de muerte que empaña el del número de recuperados de la infección.
¿Nos ha fallado la Ciencia? Admitamos que la intensidad del contagio y gravedad de la patología causada por el SARS-CoV-2 han desbordado todas las previsiones. Sin embargo, no cabe ignorar la falta de transparencia inicial de la China, la actitud medrosa de la OMS para declarar la gravedad del problema y sus dudas a la hora de recomendar medidas de Salud Pública, la falta de una respuesta clara y unificada de espacios políticos como la Unión Europea o la inicial respuesta errática del gigante norteamericano. Si heterogénea ha sido la respuesta, heterogéneos son los resultados.
En España, el retrasar todo a después del 8 de Marzo lo estamos pagando caro.
Abogamos por empezar pronto una descompresión basada en criterios científicos. Controlar los contagios , incluida una adecuada clasificación de la situación de todos.
Practicar con agilidad los ensayos clínicos, en especial los que combatan la gravísima reacción inflamatoria pulmonar de los enfermos más graves, abocados a un fatal desenlace, activar un imaginativo programa de desarrollo rápido de vacunas. Son planteamientos imprescindibles , como lo es el que la actividad de los organismos regulatorios sea flexible y eficaz. La visión de los científicos expertos ha de transmitirse con independencia, el grado en que el político acepta y sigue ese criterio ha de quedar claro y servir de referencia sobre su responsabilidad.