Cáritas alerta de que la pandemia ha duplicado el estrés y la ansiedad en las familias más vulnerables

Solo una de cada cuatro personas atendidas por esta institución de la Iglesia han conseguido mantener el empleo el año pasado

Cola de gente que recoge comida a través de Cáritas en la parroquia San Juan de Dios, en Vallecas Belén Díaz

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La pandemia ha golpeado en la línea de flotación de las familias vulnerables. Tras casi año y media de pandemia, la mayoría de los hogares con escasos recursos se han visto afectados por la falta de empleo, el alto coste de la vivienda y el deterioro de la salud mental provocado por la crisis sanitaria. Así lo refleja el último informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas presentado este miércoles por esta institución de la Iglesia.

Solo una de cada cuatro personas atendidas por Cáritas durante el año pasado logró mantener su puesto de trabajo, mientras que la mitad se vieron obligadas a cambiar de vivienda porque no podían hacer frente a los gastos del alquiler . Las personas vulnerables han sufrido además 2,5 veces más ataques de ansiedad que la población general.

«El Covid-19 ha sido como una ola gigante, un tsunami que ha pasado por encima de toda la sociedad, pero que, al analizar las condiciones de vida de las personas a las que acompañamos desde Cáritas, pone en evidencia que las familias más vulnerables son las grandes perdedoras de esta crisis», aseguró Raúl Flores, coordinador de Estudios. De hecho, la tasa de paro es más del triple entre la población vulnerable que en el conjunto de la población.

La falta de empleo y el aumento de la precariedad ha empujado a que una de cada cinco familias (21%) acompañadas por Cáritas no hayan conseguido unos ingresos que les permitan salir de situaciones de pobreza durante los meses de la pandemia. Además , el 14 por ciento de los hogares (26.000 personas) viven ahora en riesgo de exclusión cuando antes de la irrupción del SARS CoV-2 no lo estaban. «Se trata de un grupo que puede ser definido como uno de los grandes damnificados de esta crisis, familias que han perdido sus ingresos y se ven ahora ante el abismo de la pobreza», apuntó Flores.

Cáritas atendió a 366.000 personas más el año pasado debido a la crisis sanitaria y cerca de 500.000 pidieron ayuda por primera vez

Tristemente, la presencia de menores de edad en el hogar son un factor de exclusión . Cáritas alerta en su informe que la tasa promedio del 47% de pobreza se eleva al 55% en los hogares donde viven niños, una realidad que afecta al 59% de los hogares monoparentales y al 81% de las familias numerosas.

El impacto de la pandemia sobre la salud mental de la población vulnerable también es muy significativo. Desde el inicio de crisis sanitaria, el 40 por ciento de la población en situación de exclusión ha sufrido uno o más ataques de ansiedad o pánico. Según Cáritas, sus niveles de preocupación, estrés y tristeza se duplican con respecto al conjunto de la sociedad. Esta situación se ve agravada por la falta de apoyo, ya que el 14% de las personas atendidas por esta institución de la Iglesia no cuentan con ninguna red de soporte emocional o material (préstamos de dinero o apoyo en la búsqueda de empleo, por ejemplo).

«Las familias más vulnerables son las grandes perdedoras de esta crisis», afirma Raúl Flores

Ante la peor crisis social de la historia reciente de España, Cáritas consiguió atender en 2020 dentro de nuestras fronteras a 1,8 millones de personas (casi 366.000 personas más que el año anterior). Cerca de 500.000 además lo hacían por primera vez y el 80,6 por ciento golpearon a sus puertas para poder cubrir sus necesidades más básicas, como alimento, ayudas para el pago de suministros del hogar, etc. En el extranjero y a través de varios programas de cooperación internacional, Cáritas ayudó a 1,1 millón de personas. En total, su solidaridad alcanzó a 2,9 millones de personas .

Durante la presentación de este balance, la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, explicó que la institución tiene este año «un mandato añadido de rendir cuentas» a la sociedad sobre el efecto del Covid-19 en las familias más vulnerables. «La memoria es prueba del esfuerzo que hemos tenido que realizar, ya que muchas Cáritas parroquiales se vieron desbordas por la crisis social y porque los servicios sociales no eran capaces de atender el aumento de la demanda. Hemos respondido con una creatividad y esfuerzo enormes», apuntó.

Para hacer frente al incremento de las necesidades, la institución contó con 386.7 millones de euros , casi 50 millones más que el año anterior. El 70 por ciento de estos fondos procedió de los donativos de los particulares. «Esta crisis está suponiendo una oportunidad para que nuestra institución, en medio del dolor y de la pérdida de tantas personas, tenga más ganas de luchar por recuperar la vida de los que más han sufrido y sufrirán las consecuencias que esta pandemia deja en nuestro país y también lejos de nuestras fronteras», aseguró el presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón.

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