El cardenal Marx renuncia a continuar como presidente de los obispos alemanes
Da este significativo paso atrás cuando acaba de arrancar el Camino Sinodal de la Iglesia católica alemana
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Se esperaba que a principios de marzo, en Maguncia, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx , presentase su candidatura a la reelección al frente de los obispos germanos. Cuenta con los apoyos necesarios y, con la Iglesia alemana inmersa en el controvertido Camino Sinodal, parecía necesario ese segundo mandato para dar continuidad al proyecto. Sin embargo Marx ha anunciado esta mañana a través de una carta que no aspira a ese segundo mandato y que no presentará su candidatura, dejando a los obispos alemanes la tarea de decidir cuál de ellos será el que conduzca e adelante el Camino Sinodal. En la misma carta afirma que «estaría también aproximándome al final de mi tarea como arzobispo de Múnich y Freising».
«Creo que es correcto aclarar antes de la elección del presidente en la asamblea de primavera que no estoy disponible para un posible segundo mandato», han sido sus palabras, fundamentando esta decisión en su avanzada edad. «Mi idea es que al final de un posible segundo mandato tendría 72 años», anota, «creo que debería ser ahora el turno de la generación más joven . Y tal vez también sea bueno que haya un cambio en esta tarea con más frecuencia».
«Por supuesto, continuaré trabajando activamente en la Conferencia Episcopal y estaré particularmente comprometido con el Camino sinodal, que creo que ha comenzado bien. Al mismo tiempo, me gustaría tener una presencia más fuerte en la Archidiócesis de Múnich y Freising, especialmente en el proceso de estrategia integral que queremos comenzar este año», explica sus intenciones.
Marx da este significativo paso atrás cuando acaba de arrancar el Camino Sinodal de la Iglesia católica alemana es una realidad. A principios de febrero, se ha dado en Frankfurt el pistoletazo de salida a dos años de reflexión donde se buscarán respuestas a cuatro ejes temáticos: el poder y el clericalismo, la vida sacerdotal, la moral sexual de la Iglesia y el papel de la mujer católica.
Con la primera reunión de la Asamblea Sinodal, unos 230 miembros, ha quedado establecido el procedimiento de trabajo: la presentación de propuestas, el sistema de votación y los grupos de trabajo, un estatuto que fue aprobado con 187 votos a favor. Al margen de los dos tercios necesarios para adoptar cualquier cambio, ha quedado establecido que se requerirá una mayoría femenina a favor en cualquier votación para que las resoluciones sean válidas.
En este primer encuentro, el cardenal Reinhard Marx hizo un llamamiento a buscar un «plan realista» para posibles reformas eclesiales en los próximos 24 meses de escucha y discernimiento e insistió en que el proceso debe enmarcarse en todo momento dentro de los cánones establecidos por la Santa Sede. También delimitó los objetivos al afirmar que «no podemos resolver todos los problemas, pero sí proponer sugerencias a la Iglesia Universal», en referencia a la imposibilidad de cumplir con la petición de ordenación de sacerdotes mujeres al término del Camino Sinodal, que durará dos años, e hizo un llamamiento a trabajar desde la cooperación y el respeto, adelantando que «todos sabemos que las discusiones en las próximas reuniones sinodales serán mucho más conflictivas».
Cuando pronunciaba ese discurso, hace solamente diez días, nada hacía presagiar la retirada . Después de esas dos primeras jornadas de sínodo, el cardenal Marx viajó a Roma y fue recibido por el Papa, según confirmó un breve comunicado de la Santa Sede que no especificaba el contenido de la reunión. De vuelta en Múnich, el pasado sábado, insistió en su homilía en que «la Iglesia no debe girar en torno a sí misma», durante la Misa en memoria del padre jesuita Alfred Delp, asesinado por los nazis hace 75 años.
«Solo podemos encontrar soluciones a los problemas, crisis y catástrofes del mundo si partimos del misterio de Dios», dijo, «anclarse en la espiritualidad también es actualmente una base importante para el diálogo de reforma del Camino sinodal». El arzobispo de Múnich y Freising llamó la atención sobre la apelación de Delps a la diaconía, es decir, servir a las personas, en el período actual de agitación y crisis. «Una iglesia que ve su preocupación en las heridas del mundo por anunciar la voluntad de Dios de salvar» es la iglesia del futuro. Marx también recordó la advertencia de Delp de que los cristianos no aceptarían el «escándalo de la separación cristiana» . «Es un impulso para nosotros no descansar, acercarnos unos a otros, que la totalidad y la unidad de los cristianos sea evidente en nuestro testimonio», afirmó.
Ahora los obispos alemanes deberán designar nuevo liderazgo . La asamblea de la Conferencia Episcopal, en la que está previsto elegir a su nuevo máximo representante, está prevista para los días 2 a 5 de marzo próximos.
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