Uno de cada cuatro productos para niños es peligroso
Un estudio de la Fundación Warentest, publicados en Alemania, concluye que de los 278 artilugios testados, los investigadores detectaron graves problemas de seguridad en 79
Abordar las compras de regalos navideños es como adentrarse en territorio hostil, al menos si hablamos de los regalos de los más pequeños. De acuerdo con los resultados de un estudio de la Fundación Warentest, publicados en Alemania, de los 278 artilugios testados, los investigadores detectaron graves problemas de seguridad en 79 de ellos. Bicicletas que no cumplen con las normativas de seguridad, mordedores para bebés hechos de materiales cuya composición química es desaconsejable, incluso lápices de colores tóxicos si se llevan a la boca, gesto habitual de muchos escolares, componen una larga lista a tener en cuenta por parte del consumidor. La conclusión es que uno de cada cuatro productos o juguetes específicamente ofertados para niños en Alemania presenta deficiencias considerables.
«No es ninguna broma, se trata de productos que entrañan riesgo de causar un accidente, llevan sustancias nocivas o presentan fallos en materia de seguridad de datos», ha explicado el presidente de Warentest, Hubertus Primus . En el caso de los productos para niños, hasta un 28% deellos presentan deficiencias mientras que, de media, para otro tipo de productos esta tasa se sitúa en el 7%. Durante la investigación de esta fundación, que se dedica a la auditoría de bienes y servicios, se ha detectado por ejemplo que una de cada dos tronas examinadas presentaba defectos estructurales. También se descubrieron fallos en los cinturones deseguridad de las sillas de bicicleta y pinturas peligrosas para la salud de los menores de tres años en multitud de juguetes, sobre todo los fabricados con diferentes tipos de plásticos.
Los evaluadores de la Fundación Warentest han llegado a la conclusión, además, de que la calidad de un producto infantil no está directamente relacionada con su precio, dado que el porcentaje de juguetes potencialmente venenosos o dañinos se da por igual en diferentes franjas de consumo y especificando que las nuevas amenazas para los niños llegan precisamente de la mano de los regalos más caros. El internet de las cosas genera una serie de problemas en la protección de datos para los que esta fundación, que trabaja desde 1964, ni siquiera cuenta con una capacidad suficiente de evaluación, según reconocen sus responsables.La Fundación Warentest se dedica a investigar y comparar bienes y servicios de una manera imparcial, ajena a los intereses del mercado y centrada en la protección del consumidor. Una vez realizados sus estudios, emite una valoración que es muy apreciada por los consumidores alemanes a la hora de comprar. Pero el diagnóstico no se limita, desgraciadamente, a la circunscripción alemana. En este caso, se trata de los mismos juguetes y las mismas marcas de productos infantiles comercializados en el resto de Europa.
La Comisión Europea acaba de notificar que ha recibido 66 notificaciones de juguetes comercializados en España en 2018 que no cumplían los estándares de seguridad marcados por las directivas europeas y que está tomando medidas para retirarlos del mercado. Atendiéndose a su lugar de origen, cinco de estos 66 juguetes peligrosos fueron producidos en España, según notificaron las autoridades de vigilancia del mercado de la Unión Europea.
Los análisis tuvieron lugar en el mes de septiembre, de cara a la campaña navideña y con una muestra de 39 juguetes comercializados por internet en los mercados de España, Francia, República Checa, Luxemburgo, Finlandia, Letonia, Lituania, Malta, Suecia e Islandia, para comprobar si todos cumplían con los estándares de seguridad europeos. Según los resultados obtenidos, cuatro de esos 39 juguetes, casi el 10 % de la muestra, presentaban riesgos derivados de los agentes químicos que se habían empleado para conferir una mayor flexibilidad a los plásticos.
Uno de los juguetes analizados, que se comercializaba en España, sobrepasó el límite de nitrosaminas permitidas por la legislación europea, cuyo uso está muy restringido porque una exposición prolongada puede ser cancerígena, según la Comisión Europea. La comisaria europea de Justicia, Vera Jourová , ha explicado que «el 50 % de los juguetes peligrosos proceden de China», si bien este porcentaje se ha reducido considerablemente en los últimos años. La mayoría de los juguetes que no cumplen los estándares de seguridad de la UE, según Jourová, presentaban piezas pequeñas que son fácilmente extraíbles y pueden provocar asfixia si son ingeridas por los más pequeños.
En Alemania, sin embargo, la penetración de los productos chinos es mucho menor y la cantidad de productos detectados como peligrosos no se beneficia por ello. Warentest advierte contra el peligro que supone que los estándares oficiales de producción son muy difíciles de probar en los productos de venta a través de internet, por no haber un espacio físico intermedio entre el productor y el consumidor donde el Estado pueda hacer las comprobaciones de calidad. «En internet se encuentran numerosos productos que no podrían haberse vendido en tiendas por carecer de etiquetas básicas de control de calidad y en los que encontramos concentraciones dañinas de boro, naftaleno o formaldehídico, sustancias que son peligrosas incluso para los adultos porque irritan la piel, las membranas mucosas e incluso pueden causar infertilidad y cáncer», advierte Warentest.
También llama la atención la alta peligrosidad del material infantil y escolar. «Once de cada 20 sillas analizadas fueron calificadas de deficiente por el peligro de deslizamiento», dice el informe, que recomienda encarecidamente concienciar a los niños para que «no muerdan ni chupen bolígrafos, lapiceros o plumas y se laven sistemáticamente las manos después de pintar».
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