Se busca limpiabotas

En Palermo (Sicilia) han salido a concurso quince puestos, a los que han optado hombres y mujeres. Incluso los hay con título universitario

Imagen antigua del oficio de limpabotas ABC

ÁNGEL G. FUENTES

Vuelven los limpiabotas, incluso con estudios universitarios. Se trata de una profesión que casi ha desaparecido, pero que está muy presente en la memoria colectiva de los italianos gracias a la película «El limpiabotas» («Sciuscià»), dirigida por Vittorio De Sica y estrenada en 1946: una obra maestra del neorrealismo y el primer filme que ganó un Oscar a la mejor película extranjera.

En Palermo, la Confederación de Artesanos (Confartigianato) ha convocado un concurso para seleccionar quince limpiabotas , a los que se les adjudicaría un puesto en lugares estratégicos de la capital siciliana. El objetivo es crear empleo en una isla que está en la cola de Europa entre las regiones con más paro : el 42,5 % de las personas de entre 20 y 64 años no tienen empleo, según datos de Eurostat. La convocatoria de la Confederación de Artesanos ha tenido un éxito sorprendente e inesperado , según explica a ABC su presidente, Nunzio Reina: «Enviaron solicitud para la convocatoria 135 personas, de las que hicimos una primera selección de 75, entre ellas diez con estudios universitarios. El criterio para ser elegido era comprobar que había autoestima y pasión en el proyecto . He visto en todos un gran entusiasmo».

La edad media de los aspirantes ronda los 40 años -el más joven tiene 21 años, y el mayor, 61-, y entre ellos figuran once mujeres. Además, hay tres doctores : en Ciencias Políticas, Arte y Economía. A Francesco Alaimo, de 26 años, le quedan cInco asignaturas para licenciarse en Finanzas: «En un panorama sin perspectiva laboral, uno se agarra a cualquier cosa».

Tras el proceso de selección, los quince ganadores formarán una cooperativa y realizarán un curso de formación, todo ello a cargo de la Confederación de Artesanos, que dará gratuitamente el kit necesario , con todo tipo de productos y utensilios. Cada limpiabotas será autónomo y podrá ganar entre 1.200 y 1.300 euros al mes , según los cálculos realizados por Confartigianato: «Esperamos que hagan una media de diez pares de zapatos al día, a cinco euros el par. Además de esos 50 euros, aproximadamente, ganarán también con la venta de cremas y otros productos », explica Nunzio Reina, entusiasmado con la repercusión que ha tenido su iniciativa en toda Italia: «Mientras hacíamos la selección, vino expresamente una persona de Foligno (Perugia) para copiar la idea».

Frente a alguna critica que Reina ha recibido por recuperar un trabajo lejano en el tiempo, él responde que se trata de « relanzar una profesión con ingresos , como se realiza en otras capitales». En efecto, en Roma, a dos pasos de la plaza del Parlamento, Rosalina Dallago, exmodelo y limpiabotas, cobra diez euros por dar lustre a un par de zapatos. En la poltrona de su pequeño negocio se acomoda «todo tipo de gente, incluyendo a políticos de derechas e izquierdas », y se plantea el trabajo como si fuera el de restaurar una pintura. «Dar esplendor a un par de zapatos es una obra de arte», asegura Rosalina. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi , tiene también en Roma su limpiabotas de confianza. Se trata de Antonio Corradi, de 73 años, con muchos clientes importantes: «Hoy todos van deprisa, pero esta profesión no morirá jamás».

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