Los Bundesländer no aceptan las nuevas restricciones de Merkel

Los gobiernos regionales «diferencias esenciales» respecto a las medidas propuestas por la canciller alemana y acordaron presentar la próxima semana un plan alternativo

Afp

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Merkel acudió este lunes a la videoconferencia programada con los presidentes de los Bundesländer con la intención de endurecer las restricciones para contener la pandemia, reduciendo aún más los contactos, prohibiendo las reuniones privadas al menos hasta navidad y reorganizando la vida escolar, de modo que las clases fuesen divididas en grupos que solo acudiesen a las aulas a las asignaturas troncales y por turnos. Pero los gobiernos regionales no estuvieron de acuerdo con este planteamiento, en palabras de Merkel mostraron «diferencias sustanciales» y finalmente acordaron presentar la próxima semana un plan alternativo y «a largo plazo», con el que estén todos de acuerdo y que pueda seguir en vigor hasta el final del invierno.

Michael Müller, el alcalde-presidente de Berlín, donde en este momento hay unos mil pacientes covid diagnosticados, insistió en que cada uno de los Bundesländer debe poder decidir «con flexibilidad» , mientras que el presidente de Baviera, Markus Söder, expresó sus reticencias al proyecto de Merkel, según una recomendación del Instituto Robert Koch, de «Schnupfen cuarentena», que contempla que las personas con síntomas de resfriado o gripe guarden cuarentena obligatoria sin someterse a test de coronavirus, a pesar de que los síntomas son muy parecidos. Esto supondría que muchos infectados quedarían sin diagnosticar, pero permitiría dirigir un mayor potencial de test a los grupos de riesgo.

No solamente los Bundesländer plantean resistencia al aumento de restricciones que desea Merkel. También desde su propio partido se han expresado reticencias , especialmente a su plan para disminuir la actividad en los colegios. «Nadie en el partido ha sido consultado», decían anoche fuentes de la Casa Konrad Adenauer, la sede central de la CDU en Berlín. El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, criticó que no entiende «cómo y por qué surgen ahora nuevas medidas para las escuelas que tendrán como consecuencia que la gente pierda la confianza». El primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer , también miembro de la CDU, se quejó igualmente por no haber sido informado previamente y no haber podido consultar ese plan de restricciones con los responsables de los colegios en su región. La vicepresidenta de la CDU, Silvia Breher, que tiene tres hijos, dos de ellos todavía primaria, se pronunció abiertamente contra el proyecto de Merkel de extender la mascarilla en los colegios argumentando que «los niños pequeños no pueden aprender correctamente con una mascarilla puesta». «El objetivo es volver a menos de 50 infectados por cada cien mil habitantes y estamos por encima de los 200, eso es lo que justifica un endurecimiento de las medidas», insistió Merkel durante la rueda de prensa posterior a la reunión, tras admitir que no había obtenido ni un solo voto a favor de su propuesta.

Merkel volvió a aconsejar a la población permanecer en casa tanto como sea posible y en lo que respecta a escuelas y guarderías, su objetivo es que puedan seguir abiertas. Para ello, el gobierno federal apuesta por decidir finalmente la obligatoriedad de la mascarilla para todos los alumnos mayores de doce años y para el profesorado, las clases presenciales en grupos cerrados y la prohibición a los alumnos de mantener reuniones fuera del colegio a excepción de con un único amigo. La propuesta del gobierno contempla, además, el suministro a partir de diciembre de mascarillas del tipo FFP2 para grupos particularmente vulnerables, un total de 15 por persona y a precio subvencionado sujeto a copago mínimo.

«La evolución de los últimos días abre la esperanza de que la elevada dinámica exponencial de contagios se haya podido frena r, pero no cabe esperar una disminución de los nuevos contagios», afirma el documento que la canciller alemana llevó a la reunión y en el que admite que el gobierno cuenta con cuatro «meses duros de invierno» antes de que los efectos estacionales y el comienzo de la vacunación, «ojalá», conduzcan a la superación gradual de la pandemia.

La idea general del documento es que, al menos hasta Navidad, los contactos se limiten a las personas con las que se convive , ampliables, como máximo, a las de otro hogar, que debe ser siempre el mismo. «Todo contacto que se evite irá en beneficio de la lucha contra la pandemia», indicó la canciller, quien insistió en la demanda a la población de evitar todo desplazamiento o viaje, sea en el país o al extranjero, que no sea imprescindible.

Las autoridades sanitarias alemanas contabilizaron 10.824 nuevos contagios en las últimas 24 horas, lejos del nuevo máximo diario de 23.542 del pasado viernes. El lunes de la semana pasada, la cifra de nuevos contagios ascendía a 13.363, unos 2.500 más que hoy, lo que refuerza los indicios de una ralentización de las infecciones. Según datos del Instituto Robert Koch, los positivos contabilizados desde el inicio de la pandemia se sitúan en 801.327, con 12.547 víctimas mortales, mientras que el número de casos activos se estima en unos 273.600.

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