Brasil se convierte en un «almacén de variantes» de coronavirus
Va a camino a las 300 mil muertes y se convierte en el país donde el virus más se multiplica

Mientras el presidente Jair Bolsonaro sigue sin reconocer la gravedad de la crisis sanitaria, Brasil va a camino a las 300 mil muertes y se convierte en el país donde el virus más se multiplica y con mayor ... número de nuevos casos por día. El miércoles, registró 74 mil nuevos contagios, mayor número mundial, y 1.840 muertes, un récord desde el inicio de la pandemia, hace un año.
Con esos datos, Brasil está cerca de asumir el liderazgo mundial en el número de muertes, pasando a Estados Unidos, cuya campaña de vacunación empieza a reflejarse en el retroceso de la pandemia. Con 210 millones de habitantes, casi 260 mil muertes y menos del 4% de la población vacunada, científicos están alertando además sobre los riesgos de nuevas mutaciones y variantes que podrían colapsar Brasil , si es que no hay una reacción eficiente del Gobierno.
Un día antes y con los índices muy altos, Bolsonaro reunió amigos y aliados políticos en un almuerzo en el Palacio de Alvorada, la residencia oficial, donde sirvió un lechón asado, frijoles y otros platos típicos del interior de Brasil. A la salida, al encontrar militantes, volvió a restarle importancia a la crisis en un video que se difundió en redes sociales.
«Crearon pánico, ¿verdad? El problema es ese, lo sentimos. Pero no se puede entrar en pánico . Crear la política de ‘quedarse en casa’ nuevamente. ¿La gente se va a morir de hambre, de depresión?», declaró el presidente, que desde el inicio ha negado la pandemia, que considera una gripe, ha boicoteado mascarillas y vacunas, y distribuido en hospitales públicos cócteles de remedios sin comprobación científica.
Mostrándose alegre después de un almuerzo, descrito por participantes como «muy divertido», Bolsonaro volvió a criticar a la prensa por el pánico y por echarle a él la responsabilidad por la tragedia. «Para la prensa, el virus soy yo», reclamó.
Sin apoyo del Gobierno central que ha complicado la compra de vacunas en el sistema sanitario nacional, 19 de los 27 gobernadores se han organizado para inmunizar a los ciudadano por otros caminos y uniéndose para enfrentar la explosión de casos que está llevando al colapso a hospitales públicos, e incluso de lujo, como el Albert Einstein y Sirio Libanés, que están con espera de emergencia en sus pasillos. La última vez que Bolsonaro los recibió para hablar de la pandemia, fue hace casi diez meses.
Alertas de científicos
El médico Mauricio Nogueira, profesor de la Universidad de Medicina de São José do Rio Preto, cree que esta crisis podría haberse evitado si las autoridades hubieran tomado las medidas de seguridad. «El caso es que dimos todas las oportunidades del mundo para que el virus genere la mayor cantidad de mutaciones del mundo», explica en entrevista a O Estado de São Paulo. «Nos estamos convirtiendo en un almacén de variantes y distribuyéndolas sin freno dentro del país» , advierte.
En Río de Janeiro, científicos comprobaron por primera vez, la coinfección simultánea a través de dos linajes diferentes del Sars-CoV-2 en dos pacientes de Covid-19, un proceso que puede mezclarse en genomas y generar nuevas variantes más agresivas y transmisibles. El temor de los estudiosos es que esos casos se compliquen con el virus circulando sin control, como está ocurriendo en Brasil, un país gigante, en que cada estado y alcaldía marca su norma, mientras el presidente prefiere desconocer la crisis.
El caso de Río fue citado en un estudio publicado la semana pasada en la revista 'Virus Research', firmado por investigadores del Laboratorio de Microbiología Molecular de la Universidad Feevale, de Rio Grande do Sul, en conjunto con especialistas en biotecnología del Laboratorio Nacional de Computación Científica, en Petrópolis, en el interior del estado de Río de Janeiro.
«Cuanto mayor es el número de hospederos, mayor es el número de mutaciones que acaban por establecerse en el tiempo en forma de variantes»
« En la segunda ola , debido a un control muy elástico, hubo una expansión muy grande en la diversidad del virus . Las mutaciones ocurren a su aire, pero cuanto mayor es el número de hospederos, mayor es el número de mutaciones que acaban por establecerse en el tiempo en forma de variantes y, posteriormente, linajes», explicó el investigador Fernando Spilki, de Feevale, en entrevista a O Estado de São Paulo.
Para llegar a ese resultado, los investigadores realizaron la secuencia genética de los virus presentes en 92 pacientes con Covid-19, y encontraron dos cepas diferentes, presentes simultáneamente, en dos mujeres de unos 30 años. En uno de los casos encontraron además de una forma más antigua del virus, el P2, identificado por primera vez en Río, y que es potencialmente más transmisible .
En ambos casos, las mujeres no tuvieron que ser internadas, pero preocupan al mostrar que el virus está circulando sin freno en Brasil, donde ya circulan las variantes P1, surgida en la Amazonía, la P2, de Río y la británica, todas de alto contagio y que pueden provocar casos más agresivos. «La recombinación del genoma puede dar espacio a una variante con dos características: más transmisible y más agresiva, características que harían aún más difícil el control», advierte el científico que además alerta sobre el riesgo de que nuevas variantes no respondan a algunas de las vacunas que ya existen.
« La P1 es realmente la más contagiosa . Si no se tiene cuidado, es más probable contaminarse con ella», afirma Ester Sabino, investigadora del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de São Paulo. La variante identificada en enero en la Amazonía, ha sido encontrada en otros estados y países, como Japón, donde se descubrió por primera vez, en viajantes procedentes de Manaos.
La P1 llevó al colapso de hospitales en Manaos el mes pasado . Muchos pacientes murieron por falta de oxígeno y por la falta de respuesta de Bolsonaro y su ministro de Sanidad, el general Eduardo Pazuello, que demoró una semana para atender a la crisis.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete