Boris Johnson descarta un nuevo confinamiento a nivel nacional
Desvela el nuevo sistema de tres niveles que definirá el riesgo por regiones
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este lunes durante una intervención en la Cámara de los Comunes el nuevo sistema de tres niveles que funcionará en el país para evaluar el riesgo de Covid-19 en diferentes áreas geográficas. El premier, que advirtió que “si no queremos un nuevo confinamiento nacional, debemos contener el virus”, explicó que un cierre total como el decretado en primavera no es ahora mismo “el camino correcto", ya que dañaría severamente la economía y a los niños, que perderían el acceso a las aulas. Precisamente, mantener los colegios abiertos es una de las prioridades del Ejecutivo , por lo que Johnson argumentó que la imposición de nuevas restricciones en las áreas más afectadas por la pandemia “ayudarán a salvar vidas y proteger el NHS (el sistema nacional de salud”.
Los tres niveles del nuevo sistema tipo semáforo, aunque sin luz verde, son: Medio, que cubre la mayor parte del país y conlleva en la práctica el seguimiento de las normas actualmente en vigencia (el toque de queda para la hostelería a las 10 de la noche y la “regla de los seis”, que impide que se reúnan más de seis personas ); Alto, que prohíbe que las familias que residen en diferentes viviendas se reúnan en interiores, aunque pueden hacerlo al aire libre; y Muy alto, que impide los encuentros entre “burbujas” de diferentes hogares y obliga además al cierre de bares y pubs. En este nivel está la ciudad de Liverpool.
"Cambiar nuestro comportamiento" ha salvado vidas, aseguró el primer ministro, por lo que hizo un llamamiento a la población para que continúe respetando las normas, y explicó que la mayoría de las áreas que ya están sujetas a restricciones locales pasarán automáticamente al nivel de alerta alto, aunque la lista completa del nivel en el que se encuentra cada área será desvelado al final del día.
Johnson aprovechó para recalcar las medidas de apoyo económico “sin precedentes” que su gobierno impulsará, y que incluye pagar dos tercios de los salarios de los empleados de las empresas que sean obligadas a cerrar debido al endurecimiento de las restricciones.
El líder de la oposición, Keir Starmer, aseguró no estar convencido de que el primer ministro tenga una estrategia para lidiar con la enfermedad. “Me siento profundamente escéptico en que el gobierno tenga un plan para controlar este virus, proteger los puestos de trabajo o mantener la confianza del público”, aseveró.