BioLed, las bombillas del futuro
Un científico español desarrolla un sistema de iluminación más barato, más sostenible y más fácilmente reciclable que los anteriores
Todavía tenemos fresco el premio Nobel de Física 2014, entregado a Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura por el descubrimiento del LED azul que revolucionó el concepto de la iluminación, cuando un equipo de la Universidad de Erlangen-Nürnberg, en Alemania, desarrolla un sistema alternativo que convierte los LED en tecnología atrasada y que sugiere que las bombillas del futuro nos iluminarán gracias al empaquetado de proteínas luminiscentes y se llamará BioLED. Al frente del equipo, el español Rubén D. Costa asegura que se trata de un sistema de iluminación más barato, más sostenible y más fácilmente reciclable que los anteriores.
«Después de las bombillas que ya no se pueden vender y los tubos fluorescentes, teníamos los LED inorgánicos y los OLED, diodos con moléculas orgánicas. El LD blanco tiene una componente azul muy grande y utiliza materiales muy caros y escasos. Además no hay protocolos de reciclaje y emite una luz blanca fría, que estimula el cerebro y es apropiada para trabajar con cierto nivel de estrés, pero no para estar en casa. Y el LD azul es muy caro . Lo que hemos hecho es combinar los sistemas orgánicos e inorgánicos », explica Costa, hemos tomado el LD barato y le hemos incorporado proteínas que producen bacterias, las pasamos por una matriz polimérica y las encapsulamos en una goma de forma que se excitará con la luz del LD y volverá a emitir luz, luz verde, amarilla, roja… que se pueden combinar. Conseguimos incluso luz blanca pura a un precio muy competitivo y con una gran calidad de luz».
Después de doctorarse, Costa consiguió una beca de la Universidad Humboldt y de ahí pasó a la investigación de sistemas de iluminación de capa fina y biolighting. Su actual equipo, en el que trabaja también el español Pedro B. Coto , junto a otros colaboradores alemanes como el profesor Uwe Sonnewald , se enorgullece de esta nueva tecnología por sus ventajas frente a los métodos de fabricación actualmente empleados en la industria LED. Entre ellas destacan la facilidad de fabricación y de reciclaje así como el bajo coste de los materiales.
El nuevo material es, además, de una gran estabilidad, ya que evita la desnaturalización de las proteínas, que sus propiedades luminescentes durante meses. Actualmente están trabajando en su optimización para mejorar la estabilidad térmica y obtener tiempos de vida operativa más largos a través del diseño de nuevas proteínas más resistentes en las condiciones de operación del dispositivo y de la modificación de la matriz polimérica. Hasta ahora las proteínas desarrolladas viven en torno a 150 horas.
En dos o tres años el producto habrá llegado a su máximo nivel de desarrollo, aunque ya podría incorporarse a cualquier cadena de producción LED y de hecho están en contacto con fabricantes que podrían estar interesados. El proyecto ha sido publicado en «Advanced Materials» .