Premio ABC Solidario
Los bancos de alimentos dan de comer hoy a más familias que durante la crisis de 2008
El presidente de Fesbal, Juan Vicente del Peral, asegura que la organización «tiene la satisfacción de haber podido dar la cara durante la pandemia»
Desde su llegada a España en 1987, los bancos de alimentos nunca se habían visto en una situación semejante a la emergencia social creada por la pandemia del Covid-19. En estos siete meses de crisis sanitaria, los hogares que han necesitado ayuda han superado «con creces» las cifras de los peores años de la recesión. Esa labor a pie de calle en favor de los más desfavorecidos le ha valido a la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) ser una de las cinco entidades galardonadas con el Premio ABC Solidario, patrocinado por Telefónica y el Banco Santander.
La presentación de candidaturas para la siguiente edición, la XVII, estará abierta hasta el 10 de diciembre. Se pueden registrar ya en la web www.abcsolidario.com.
«Tenemos la satisfacción de haber podido dar la cara durante una situación tan dramática como la pandemia. Supimos mantenernos en pie y salir vivos», asegura Juan Vicente Peral, presidente de Fesbal. Desde el pasado mes de marzo, el número de personas atendidas ha superado el millón y medio que llegó alcanzar en 2013 — el punto más álgido de la crisis económica—. «Ahora estamos en 1,7 millones de personas», apunta.
Por iniciativa de un jubilado
Los bancos de alimentos surgieron en Estados Unidos en 1966 por iniciativa de John van Hengel, un jubilado que comenzó a recoger alimentos en los supermercados para ayudar en un comedor popular. Cuando falleció en 2005, con 83 años, Van Hengel había ayudado a fundar centenares de bancos como el suyo por los cinco continentes . En España esta organización, a través de sus 55 filiales distribuidas en todas las provincias, consigue entregar cada año más de 145 millones de kilos de pasta, legumbres, aceite, verduras, frutas, lácteos y conservas. Unos productos básicos que empezaron a escasear en muchos hogares españoles con el comienzo del estado de alarma.
«Nosotros repartimos los alimentos a entidades sociales que tienen contacto directo con los beneficiarios, pero con la pandemia y el estado de alarma muchas personas se quedaron de un día para el otro sin trabajo y la experiencia fue desgarradora porque te encontrabas a la gente que te llamaba desesperada porque estaba enferma y no tenía para comer», afirma Carlos Pérez, un voluntario de 61 años del Banco de Alimentos de Madrid. Durante los peores días del estado de alarma, este jubilado de la banca recorrió medio Madrid en su furgoneta para entregar alimentos. «Fue muy duro, pero sentía que era lo que debía hacer en ese momento», recuerda con la voz quebrada aún por la emoción.
Para el presidente de Fesbal esta pandemia les ha enseñado «que en cualquier momento se puede volver a empezar de cero». Eso fue lo que ocurrió en marzo cuando muchas de las entidades con la que colaboraban cerraron sus puertas porque sus voluntarios eran personas mayores. «Sentí verdadero pánico escénico», señala. Ante esa situación dramática, los bancos de alimentos se tuvieron que reorganizar y traspasar los alimentos a las entidades que seguían abiertas o a otras nuevas que los necesitaban y conseguir nuevos voluntarios para abrir las que estaban cerradas. «Lo tuvimos que hacer todo de prisa y corriendo. En algunas zonas donde la actividad económica dependía más del turismo como las provincias costeras aquello parecía una situación de guerra, era verdaderamente traumático», señala.
Por eso, este Premio ABC Solidario llega para Peral «en el mejor momento». «Es una satisfacción ver que alguien reconoce ese esfuerzo y te recuerda que no lo hiciste en balde», señala.
La gran recogida de noviembre será «clave»
Pese a que la batalla está ganada la guerra continúa. Peral considera que quedan muchos meses difíciles por delante sobre todo si «la clase política no trabajan todos a una para sacar a España del atolladero». Su mayor preocupación ahora es poder seguir dando respuesta en un momento de «gran parón económico». «No sabemos si habrá suficiente donaciones privadas. Durante el estado de alarma las donaciones se llegaron a triplicar, pero ahora tenemos miedo». Por ello considera que la campaña de la gran recogida de noviembre será «clave».
Por primera vez en la historia de esta organización, la recogida será on line a través de la línea de caja de los supermercados. «La gente en lugar de comprar y dejar su alimento a los voluntarios podrá hacer un donativo económico en la caja. Ese dinero luego lo utilizaremos para comprar los alimentos que sean necesarios», explica.
La campaña comenzará a mediados de noviembre y se prolongará hasta diciembre. Con esa gran recogida, los bancos de alimentos esperan poder superar la cuesta de enero, ya que los alimentos que provee la Unión Europea no llegarán hasta medidados de febrebro.
