Baleares pedirá más controles en los puertos y aeropuertos del Archipiélago
La presidenta del Gobierno regional, la socialista Francina Armengol, confirma que el toque de queda en las Islas será desde las 23.00 hasta las 06.00 horas
La presidenta del Gobierno balear, la socialista Francina Armengol , ha anunciado este domingo que Baleares restringirá la movilidad nocturna desde las 23.00 hasta las 06.00 horas para reducir la incidencia acumulada de los contagios provocados por el Covid-19. Así lo ha explicado en rueda de prensa, después de que el Consejo de Ministros haya declarado el nuevo estado de alarma con restricciones específicas que incluyen la de la movilidad durante la noche. Asimismo, Armengol ha avanzado que volverá a plantear al Gobierno central la necesidad de hacer más controles en los puertos y aeropuertos de Baleares.
El citado toque de queda entrará en vigor a partir de este domingo y tendrá una duración de 15 días. Pasado ese periodo de tiempo, se evaluará de nuevo la situación en que se encuentren las Islas. Armengol ha aclarado que por ahora nadie podrá salir a la calle entre las 23.00 y las 06.00 horas, exceptuando la movilidad por causas justificadas, así como la del personal esencial. Antes de su comparecencia ante los medios, la mandataria isleña se había reunido por la mañana con el comité para el seguimiento de la pandemia, los consells insulares, la Federación de Entidades Locales de las Islas Baleares (FELIB) y el Ayuntamiento de Palma, para tratar sobre todas esas cuestiones.
«A pesar de que la situación de las cifras sanitarias es de las mejores de todos los territorios del Estado, junto con las de Canarias, afrontamos un momento delicado», ha explicado la presidenta, quien ha recordado que durante los últimos días los contagios están aumentando «con mucha velocidad» en toda Europa, un hecho que exige reforzar las precauciones para avanzarse a situaciones más complicadas. En ese sentido, ha expuesto que en Baleares la incidencia acumulada a 14 días ha pasado de 128 casos por cada 100.000 habitantes el pasado 10 de octubre, a 179 casos por cada 100.000 habitantes a día de hoy. El objetivo del Govern es reducir esas cifras hasta situarlas en 25 casos por cada 100.000 habitantes. «Significará que salvas contagios y vidas, garantizando poder tener una recuperación económica», ha detallado.
«Más herramientas»
Armengol ha valorado que la declaración del estado de alarma da «más herramientas para combatir la expansión de la enfermedad», gracias a que los gobiernos autonómicos, con la figura de la autoridad delegada, pueden modular la restricción de la movilidad nocturna y establecer otras medidas para frenar los contagios. Por otra parte, como se ha indicado ya, ha avanzado que volverá a plantear la necesidad de hacer controles en los puertos y aeropuertos de Baleares, así como controlar las llegadas y fijar más medidas de seguridad.
La presidenta ha recalcado que en Baleares «nos avanzamos con medidas más restrictivas» para tener una incidencia más baja y para establecer los ritmos que marcan las autoridades sanitarias a nivel europeo. En esa línea, ha recordado que se mantienen las medidas promulgadas en la última resolución de la Consejería de Salud, aprobada ayer, que establece medidas más restrictivas en Mallorca y en Ibiza, y flexibiliza otras en Formentera. Así, tanto en Mallorca como en Ibiza se han limitado las reuniones sociales y familiares a un máximo de seis personas. Además, en ambas islas se ha prohibido el uso de las barras en todos los locales de restauración y se ha reducido al 50% el aforo de los espacios comunes de los centros comerciales. En Formentera, en cambio, se han flexibilizado algunas de las restricciones vigentes hasta ahora.
Por último, Armengol también ha recordado la importancia de mantener «la máxima ventilación posible» en espacios cerrados, puesto que son uno de los principales focos de contagios. Por esa razón, se han instalado medidores de la calidad del aire en los centros educativos y se trabajará con el sector público y privado para lograr las ventilaciones adecuadas, así como para garantizar el máximo posible de actividades al aire libre. «Tenemos unos datos mejores, pero esto no sirve de consuelo, la situación está empeorando», ha insistido Armengol, pidiendo el cumplimiento de las normas y agradeciendo el trabajo de toda la ciudadanía para hacer frente a la pandemia.
Tras confirmarse que el toque de queda en Baleares será entre las 23.00 y las 06.00 horas, las patronales CAEB y PIMEM han denunciado que el Govern impone «una vez más» medidas «unilaterales» y «sin consenso» con el sector de la restauración. En ese contexto, ambas patronales han reclamado que el toque de queda empiece a medianoche, para paliar «las gravísimas pérdidas» que sufre el sector. Desde la oposición, Cs ha pedido que haya un diálogo entre el Govern y los restauradores, si bien se ha mostrado favorable al planteamiento hecho por el sector hostelero. Por su parte, el PP, el PI y Vox piden igualmente que el inicio del toque de queda se retrase una hora.