Austria ofrece un test gratuito antes de Navidad a todos sus ciudadanos

Las autoridades austriacas quieren detectar asintomáticos antes de las reuniones navideñas e impedir así una explosión de contagios

Colas para hacerse test de antígenos en Viena EFE

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La cola ante las puertas del Messe Wien, el centro de congresos en el que ha sido instalado uno de los puntos de test de la capital austriaca, se prolonga a lo largo de unos trescientos metros. Es uno de los tres grandes puntos de testeo, para poder realizar unas 150.000 pruebas por día , solo en la ciudad de Viena, desde hoy al 13 de diciembre. Residencias y centros de día realizarán sus propias pruebas, cuyos datos serán igualmente remitidos al Ministerio de Sanidad.

El sistema informático y los laboratorios tendrán que enfrentar un pico de estrés al que tendrán que responder improvisando soluciones. Así ha comenzado una operación sanitaria masiva con la que Austria pretende detectar asintomáticos antes de las reuniones navideñas e impedir, así, una explosión de contagios.

El Ministerio de Sanidad ha recomendado acudir a estas pruebas voluntarias, pensadas inicialmente para solo un fin de semana , pero que se prolongarán durante al menos los próximos diez días debido a que las citas registradas hasta el momento no resultarían suficientes.

«Al menos no está nevando», anota con optimismo Loen, un estudiante de 22 años al que repugna la idea del test. «Al salir de la boca del metro me han dado una mascarilla FFP2 y un papel en el que explican cómo será la prueba y que, en unas horas, recibiré el resultado en el teléfono móvil», relata. Tanto si se acude con cita previa como de forma espontánea, hay que hacer cola.

«Si hay que esperar se espera. Yo no creo que esta sea la solución definitiva , la verdad, porque de vuelta del test a casa o a la oficina, ya puede uno infectarse y pensar que no pasa nada porque el resultado ha sido negativo», murmura Elsa, secretaria de dirección de una empresa, «pero por mí que no quede. Creo que hay que poner todo de nuestra parte para intentar frenar las infecciones».

Las pruebas masivas han comenzado esta mañana en Viena, Tirol y Vorarlberg. Y en algunos casos los resultados han tardado más de lo previsto en llegar. Las personas que dieron negativo en el Tirol solo recibieron inicialmente una notificación retrasada o ninguna notificación sobre su resultado. También en Viena, los sistemas de registro electrónico fallaron en varios puestos, por lo que hubo que rectificar y volver a introducir los datos.

Este test masivo es la medida estrella del Gobierno austriáco en su lucha contra la segunda ola de Covid-19. Test de antígenos a toda la población, siguiente el ejemplo de la vecina Eslovaquia, para poder reabrir el país por Navidad, después del segundo confinamiento nacional.

Opiniones encontradas

Algunos epidemiólogos han advertido de que hacer pruebas de antígenos a toda la población puede acarrear más problemas que beneficios. «Es una decisión política. No hay ninguna razón científica para hacerlo» , opina Gerald Gartlehner, profesor de la Universidad de Krems, que prevé un gran número de resultados erróneos. Pero en las colas se respira bastante más aceptación.

«Es el mismo tipo de test que se aplica en hospitales o a la vuelta de viajes a zonas de riesgo. Aunque su seguridad no sea del 100%, al menos es cierta seguridad, lo que permitirá que podamos volver a reunirnos en Navidad, por lo que yo lo veo muy positivo», dice Laura, de 42 años, que después de hacerse la prueba se mantendrá en cuarentena voluntaria antes de visitar a sus padres en Carintia en Navidad.

El ministro de sanidad austríaco, el ecologista Rudolf Anschober, defiende esta estrategia de la «doble prueba», que han implantado en los centros de testeo. «Existe el riesgo de que haya resultados erróneos, así que hacemos un segundo test si das positivo. Puedes realizar un test estándar (PCR) a poca distancia», ha dicho durante la presentación del centro de test en Viena.

Hasta el 13 de diciembre, la población está llamada a acudir , previo registro por Internet, a uno de los múltiples centros que las autoridades han habilitado en las diferentes regiones del país.

Aunque acudir es voluntario, en Viena los responsables esperan que al menos el  60 % de la población de la ciudad de 1,8 millones de habitantes  se haga la prueba. Pero la operación sanitaria no está exenta de bronca política. El gobernador de Alta Austria, Thomas Stelzer, ha salido al paso de los contratiempos técnicos declarando que «como suele ocurrir, el gobierno federal anuncia mucho, pero después nada funciona».

El alcalde de Linz, el socialdemócrata Klaus Luger, ha criticado que el gobierno federal «abriese la opción de registro demasiado pronto y otorgase 60.000 citas en lugar de las 28.000 previstas para Linz, lo que nos está causando problemas de overbooking».

Casi en cada ciudad hay registro de casos que sugieren errores del sistema, como una mujer de Gänserndorf que tiene cita confirmada para la hora del almuerzo del sábado, aunque en Baja Austria las pruebas para la población general no comenzarán hasta el 12 de diciembre. La respuesta del gobierno de Viena es que el Estado quiere esperar el fin de semana para ver es necesario activar su «Plan B».

La prueba tendrá sentido si se realiza a al menos la mitad de la población y solamente si se hacen dos test en un periodo de tiempo relativamente corto, por lo que las intenciones del gobierno de Austria son repetir la operación después de las vacaciones navideñas , aunque los detalles todavía no han sido anunciados.

El investigador Thomas Czypionka, director del grupo de Ecnomíay Políticas de Salud del Instituto de Estudios Avanzados de Viena (IHS) considera beneficiosos estos cribados, especialmente si sirven para evitar futuros confinamientos.

Según Czypionka, el Gobierno necesita adquirir experiencia en el uso de este instrumento para poder utilizarlo en el futuro, y aprovecha antes de las fiestas para que la gente pueda celebrarlas con sus familias con mayor tranquilidad.

«Es la primera vez que lleva a cabo una operación tan masiva y es lógico que haya fallos, errores… pro también es importante aprender, para esta pandemia y para las que estén por venir, de manera que hemos de valorar la medida no solo por su eficacia inmediata, sino también como parte de nuestro proceso de aprendizaje», dice.

El IHS cifra entre  1.000 y 1.500 millones de euros semanales el coste para la economía austriaca de un confinamiento como el vigente desde mediados de noviembre, mientras la compra de los test rápidos que van a realizarse durante diez días ha costado 67 millones de euros, a lo que hay que sumar los gastos de personal y de organización.

Hasta ahora se han registrado en todo el país unas 100.000 personas para hacerse una prueba. El cribado se realiza al final del actual confinamiento, impuesto el pasado 17 de noviembre, y con un nivel de contagios todavía muy elevado, con más de 4.000 casos diarios y una incidencia de unas 300 infecciones por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días.

«Hay un sistema de seguridad estricto, debes usar una mascarillade alta calidad (FFP2) y hay marcas en el suelo para guiar a la gente y asegurarse de que haya distancia suficiente», insiste el ministro sobre las medidas de seguridad.

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