Australia revisará la condena de una mujer acusada de asesinar a sus cuatro hijos gracias a la investigación de una científica española

La experta en inmunología Carola García de Vinuesa descubrió que dos de las niñas habrían fallecido debido a causas naturales: una mutación genética llamada CALM2 que causa la muerte súbita cardíaca

La profesora Carola García de Vinuesa Scimex
Helena Cortés

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Tras años de lucha, las investigaciones de la científica española Carola García Vinuesa han logrado darle un poco de esperanza a Kathleen Folbigg, condenada a 30 años de prisión en 2003 por la muerte de sus cuatro hijos, de entre 19 días y 18 meses, entre 1989 y 1999 . Australia revisará de nuevo el caso, según recoge Efe citando a medios locales, después de la aparición de nuevas evidencias que explican la muerte de los menores por causas naturales y genéticas.

El fiscal general de la región de Nueva Gales del Sur, Mark Speakman, apuntó ayer en un comunicado que si el exjuez Thomas Bathurst, a cargo de esta segunda investigación independiente, considera que « hay una duda razonable» de que los niños no murieron a manos de su propia madre , entonces derivará el caso al Tribunal Penal de Apelaciones.

En marzo de 2021, unos noventa científicos, entre ellos expertos en trastornos genéticos, firmaron una petición pidiendo a la gobernadora general de Nueva Gales del Sur, Margaret Beazley, el perdón y la liberación de la mujer de 54 años al considerar que existen fuertes evidencias que demuestran su inocencia.

Asimismo, un estudio científico publicado en la revista Eurospace en 2019, liderado por la inmunóloga española Carola García Vinuesa, indicó que dos de las niñas de Folbigg habrían fallecido debido a una mutación genética llamada CALM2 que causa la muerte súbita cardíaca.

Speakman, quien se ha negado a indultar a Folbigg al considerarlo «inapropiado», recalcó que solo una investigación «transparente, pública y justa» puede dar claridad sobre los hechos. «Es decepcionante, dada la rotundidad de los descubrimientos científicos y médicos, que no se le haya garantizado el indulto a Ms. Folbigg. Las pruebas aportan una explicación adecuada para la muerte natural de sus hijos«, ha explicado García de Vinuesa. »La decisión muestra la necesidad de que Australia construya un sistema legal más informado por las causas científicas«.

En 2018 ya se realizó una primera revisión judicial que fue desechada por un magistrado un año más tarde, al igual que su consiguiente apelación en marzo de 2021.

Cuatro muertes traumáticas

El primer bebé del matrimonio Folbigg, Caleb, nació en 1989. Tuvo un parto traumático y nació con una enfermedad que causa una obstrucción parcial de las vías respiratorias . Murió a los 19 días mientras dormía. Su segundo hijo, Patrick, tenía cuatro meses de edad cuando sufrió un ALTE, un evento potencialmente mortal que le llevó al hospital. Falleció con ocho meses de edad durante un ataque epiléptico.

En 1992, Kathleen Folbigg dio a luz a Sarah , que a los diez meses desarrolló una infección respiratoria acompañada de fiebre y murió también mientras dormía. Laura, su última bebé, falleció a los 18 meses a causa de una miocarditis . Sin embargo, con el historial familiar de Folbigg, relata García de Vinuesa, el médico aludió a una «causa indeterminada». La aparición de un diario en el que la mujer se mostraba «estresada, responsable y deprimida» la acabó condenando. Ahora, al menos, la ciencia puede sacarla de la cárcel.

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