Aumentan los terremotos en La Palma y una nueva colada se dirige al sur
Preocupa a los expertos la mayor sismicidad de la isla y se vigila el nuevo desbordamiento
El volcán de La Palma no parece apaciguarse. Este domingo se ha abierto una nueva boca en el cono principal , con lo que el número de bocas totales asciende a cinco (es decir, tres dentro del cono principal y dos más al oeste), confirmaron fuentes del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
«En la erupción de La Palma se ha abierto una nueva boca en el cono principal. Veremos lo que dura, por ahora emite colada de lava », dijo en su cuenta de Twitter, Itahiza Domínguez, sismológo del IGN.
Además, una nueva colada se generó en el área sureste del volcán. Este nuevo flujo lávico avanza hacia el sur «de manera lenta en dirección a Corazoncillo, zona que está evacuada, y que está siendo especialmente vigilado y monitorizado», informó el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA). El núcleo urbano Corazoncillo se encuentra de Las Manchas, una de las primeras zonas afectadas por el volcán.
El director técnico del organismo, Miguel Ángel Morcuende, dijo en rueda de prensa que esta nueva emisión de lava comenzó el sábado, se paralizó a media tarde «quedándose absolutamente frenada y luego ha vuelto a tener flujo». En la actualidad se mueve de forma lenta. Se trata de la décima colada de Cumbre Vieja.
El experto también informó que en las últimas 24 horas se está produciendo «un aumento notable de la sismicidad , tanto a nivel profundo como a nivel intermedio. Es una de las cosas más notables que seguimos teniendo; lo han notado los vecinos de los municipios afectados y otros que no lo están a lo largo de la noche (del sábado)». Destacó, así, el terremoto de 4,9 , el de mayor magnitud desde que comenzó la erupción y a una profundidad de 38 kilómetros. De hecho, posteriormente a la rueda de prensa, el Instituto Geográfico Nacional informó de otro terremoto, aunque de menor magnitud: 4,3, a las 18:15 hora local.
Se reduce la deformación
El experto dijo también que está empezando a producirse una disminución de las deformaciones que sufre el terreno de la isla. «Esto se está registrando a nivel regional», es decir, en las estaciones que hacen las mediciones que están más lejos de las centrales cercanas al volcán.
Morcuende advirtió además que se está produciendo una redistribución del magma hacia otros puntos de la isla. «El sábado se produjo una reconfiguración del cono principal; ha habido un proceso de construcción y de deconstrucción del mismo y esto es un dato importante porque hay una redistribución de magma hacia otros puntos», señaló el experto.
De acuerdo con el sistema europeo de satélites Copernicus, en su segunda medición efectuada este domingo, se elevó a 901,2 hectáreas la superficie arrasada porvel volcan y a 2.146 las edificaciones destruidas. Se trata, así casi nueve hectáreas más las sepultadas en un margen de nueve horas. Coincide en el tiempo con la reactivación de una nueva colada localizada en la zona sur del centro eruptivo, informa Ep
Por otro lado, en cuanto al número de albergados hay 439 personas, diez más que ayer (por el sábado) de las cuales 376 están en el hotel de Fuencaliente y 63 en el de Los Llanos de Aridane, apuntó Morcuende.
Respecto a los cultivos, el total de hectáreas afectadas ronda casi las 260 hectáreas, casi 14 más que en el registro anterior. De ellas, 145,61 corresponden a plataneras, 53,54 a viñas y 22,89 a aguacates.
«Estamos con la cabeza gacha»
Al margen de las estadísticas, la gente mira hacia el volcán (sobre todo los turistas) y mientras este aumenta su actividad, el ánimo de los palmeros decae.
Por las noches y no precisamente tarde, las luces las genera Cumbre Vieja, apenas hay coches, los bares no se llenan y la gente no sale a pasear. Eso sí, el sábado por la noche, por ejemplo, en Los Llanos de Aridane la música salía de unos cuantos garitos y los jóvenes bebían ajenos a la erupción . Pero el sentimiento generalizado es de pesadumbre. «Estamos con las cabezas gachas todos», comentaba una empleada de un hotel en Los Llanos. «La gente no quiere ni ir a los centros comerciales a comprar nada, ¿para qué?».