Arteterapia para ayudar a los niños de La Palma a superar la tragedia del volcán
La Asociación Mojo de Caña y la Fundación Educo han puesto en marcha un proyecto de apoyo emocional a los chiquillos de los colegios de los Campitos y Todoque
Ester González, coordinadora de proyectos sociales de la Asociación Mojo de Caña, no olvidará el día que se sentó a charlar con un niño cuyo hogar había sido arrasado por el volcán y este le preguntó: «¿Cómo es posible que mi casa me salvara de un virus y ahora la naturaleza se la haya llevado por delante?». Todavía, cuenta, se le cae una lágrima al recordarlo. Por eso, cuando la ONG Educo les propuso poner en marcha un proyecto social para ayudar a la infancia palmera no dudaron de que había que brindarles apoyo emocional. Y decidieron hacerlo a partir de la arteterapia.
Con este objetivo en mente, a partir de este lunes más de sesenta alumnos de entre 4 y 12 años de los colegios de Todoque y Los Campitos , sepultados bajo la lava, participarán en talleres extraescolares en el que podrán exteriorizar sus emociones a través de la expresión artística con la que se encuentren más identificados. «Puede ser a través del arte, cantando, bailando... Todavía hay mucha incertidumbre y ven a sus padres llorar en casa», apunta González.
Casi el 80 por ciento de los niños que participarán en este proyecto, que se alargará lo que sea necesario, han perdido su casa y el 30 por ciento de sus familias , su fuente de ingresos principal. «Cuando se produce una catástrofe como esta, aumenta el estrés, la ansiedad, la inseguridad o el miedo, sobre todo en los más vulnerables ante estas situaciones», afirma Pilar Orenes, directora general de Educo.
No les salva la imaginación
«El propósito es proporcionar herramientas a estos chiquillos para que procesen y se recuperen de todo lo que están viviendo. Ellos están viendo desaparecer sus comunidades, sus colegios, sus casas... Y procesan todo eso de forma diferente », cuenta Guiomar Todó, director general adjunta de la ONG Educo.«A ciertas edades pueden vivirlo como una aventura, pero para otros convivir con la lava o el polvo, a lo que se suman los dramas familiares, es duro por mucha imaginación que tengan», añade. Por eso, el equipo que trabajará con estos niños será multidisciplinar: trabajadores sociales, psicólogos, animadores culturales...
Tampoco la situación del profesorado de estos centros es sencilla, apuntan desde Mojo de Caña. «Muchos t ambién han perdido su casa o han sido evacuados sin saber aún a ciencia cierta qué ha ocurrido con sus bienes. Esa ansiedad tampoco les permite a ellos estar en las clases como les gustaría. Y el colegio no es solo aprender lengua y matemáticas, hay que trabajar también con los niños que sufren», señala la portavoz de Mojo de Caña, que quiere también ampliar este proyecto a La Laguna. siempre y cuando el volcán, que esta semana ha obligado a cientos de alumnos a volver a las clases online, les de tregua y permita a los niños del Valle de Aridane, al menos, volver a las aulas.