El anticiclón de las Azores se expande a un nivel sin precedentes en 1.200 años y fomenta la sequía ibérica

Un estudio asegura que los cambios en el tamaño e intensidad del influyente sistema de presiones continuarán a lo largo de este siglo debido al calentamiento global

Presa del Burguillo, el pasado febrero Jaime García
Isabel Miranda

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En verano, su presencia garantiza el sol y los cielos despejados en España. En invierno, suele alejarse y permite el paso de borrascas que riegan con lluvias el territorio. Pero algo está cambiando en el anticiclón de las Azores . Un nuevo estudio publicado este lunes en 'Nature Geoscience' apunta a que el famoso sistema de presiones atmosféricas tan influyente en la meteorología española se está expandiendo a un nivel sin precedentes en los últimos 1.200 años, lo que a su vez está favoreciendo las sequías.

El estudio liderado por Caroline Ummenhofer, oceanógrafa física en la Institución Oceanográfica Woods Hole, ha analizado el tamaño y la intensidad del anticiclón de las Azores durante los últimos 1.200 años. Para ello el equipo ha tenido que averiguar cómo era la presión en el Atlántico cuando la observación meteorológica no estaba desarrollada. Utilizaron ‘archivos’ climáticos naturales: unas estalagmitas ubicadas en una cueva portuguesa a partir de las cuales dedujeron el régimen de lluvias pasado.

Los datos, reanalizados y completados, muestran que la expansión del anticiclón de las Azores comenzó hace unos 200 años y se hizo más pronunciada en el siglo XX. Ahora es más recurrente y también más amplio , bloqueando la llegada de las lluvias. «Este estudio certifica que el anticiclón está alcanzando una extensión y que permanece afectándonos como no lo ha hecho en 1.200 años», explica a ABC José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored.

A la izquierda, diferencia entre 1980–2007 y 1950–1979 en la presión media invernal a nivel del mar en hPa (contornos azul-rojo) y precipitación terrestre mm mes–1 (contornos marrón-verde). A la derecha, la diferencia en la presión media a nivel del mar en invierno entre 1980–2007 y 1950–1979 (contornos azul-rojo), así como la región considerada al calcular al anticiclón de las Azores (recuadro rojo discontinuo) y la climatología de la presión a nivel del mar en invierno en esta región (Contornos negros: los contornos de baja presión están discontinuos; los contornos de alta presión son sólidos)

El resultado son periodos de sequía más amplios y más persistentes. Porque aunque es habitual que durante los meses de invierno el anticiclón se desplace hacia el sur, favoreciendo la entrada de aire húmedo a la Península, «esta precipitación invernal ha ido disminuyendo en las últimas décadas», dicen los autores.

Detrás de este comportamiento, los investigadores ven el calentamiento global . Los cambios comienzan en el periodo en el que se inicia el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y se aceleran después. Si la frecuencia de estos anticiclones anormalmente extremos en invierno ha sido de 6,4 veces entre 1980 y 2005, según diferentes modelos; ese mismo promedio para periodos de 25 años, era de 2,6 entre 1850 y la actualidad.

Por ello, dicen los investigadores, el anticiclón de las Azores «continuará expandiéndose en el siglo XXI a medida que los niveles de gases de efecto invernadero continúen aumentando, lo que aumentará el riesgo de sequía en la Península Ibérica».

«Nuestros hallazgos tienen implicaciones importantes para los cambios proyectados en el hidroclima del Mediterráneo occidental a lo largo del siglo XXI (...) y los riesgos climáticos futuros concomitantes que se plantean para los sectores agrícolas productivos como la viticultura y las plantaciones de olivos, en toda la Península Ibérica», asegura el estudio.

Dinámica atmosférica

En los últimos años cada vez más investigadores están intentando entender cómo la subida de las temperaturas provocada por el calentamiento global está empezando a afectar a la dinámica de la atmósfera , un sistema extremadamente complejo, interconectado y con una variabilidad natural que hace difícil dar con una sola respuesta.

«La atmósfera se está calentando en su parte baja y eso tiene que tener un tipo de respuesta, de cambios, y parece que uno puede ser este. Se está viendo en el comportamiento que vemos en la península, donde estamos viendo unas anomalías muy llamativas», explica Viñas. El investigador también recuerda que, en su último informe, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) sí alertó de que la célula de Hadley, un patrón atmosférico de circulación que 'desemboca' en el anticiclón de las Azores se está desplazando, subiendo de latitud.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación