Andrea Levy, sobre el 8-M: Día de reivindicaciones, no de etiquetas
Por eso, el 8 de marzo debe ser un día para recordar que aún queda camino por avanzar en ámbitos en los que es evidente que hay obstáculos que impiden la igualdad real
El feminismo es una reivindicación de igualdad basado en la libertad, el respeto y la tolerancia. Por eso, el 8 de marzo debe ser un día para recordar que aún queda camino por avanzar en ámbitos en los que es evidente que hay obstáculos que impiden la igualdad real. Sin embargo, parece que en los últimos años, por encima de esta reivindicación común, prime imponer etiquetas con las que señalarnos entre las propias mujeres, como si algunas, ajenas a los dogmas impuestos en el feminismo de izquierdas, no supiéramos defender correctamente esa legítima pretensión. Una manera excluyente que empequeñece el objetivo compartido, lo que además es una forma de discriminación que se aleja del propio espíritu feminista. Si ser de izquierda no es la única opción política, el feminismo que la izquierda quiere imponer en este debate no es la única, ni la mejor manera de entender la igualdad de oportunidades.
Y en este sentido debemos seguir trabajando para lograr amplios acuerdos a favor de remover la brecha de género. Todas las conquistas que podamos lograr serán posibles si lo hacemos uniendo voluntades y aspiraciones y no dividiendo y rompiendo consensos. La igualdad plena debe alcanzarse por medio de la libertad individual y no con un igualitarismo colectivista en el que exista una única voz hablando en nombre de todas. Feminismo no es encasillar a la mujer en una ideología y decirle cómo debe pensar y el riesgo de que la izquierda política secuestre el debate es que las mujeres pierdan esa libertad.
Es por ello que el 8-M debe ser un día para que toda la sociedad, hombres y mujeres juntos, reivindique uno de los pilares fundamentales con los que progresan las democracias, que no es otro que la igualdad entre sus ciudadanos. Y mientras queden techos de cristal para lograr la igualdad plena de la mujer para alcanzar sus metas, seguirá siendo necesario unir nuestras voces.