Ampliar la farmacia biológica
El organismo humano, sus células y otros componentes siguen siendo una fuente inagotable de terapias
Los medicamentos biológicos suponen ya una proporción importante de los productos que albergan los anaqueles y las neveras de nuestras farmacias. En las últimas décadas, ha crecido el número de proteínas medicinales (como hormonas, anticuerpos, etc.) que engrosan el arsenal terapéutico eficaz frente a numerosas patologías. Por otro lado, las terapias a base de células madre se van introduciendo con lentitud, pero incluso proporcionan nuevas posibilidades de innovar. La conclusión que emerge es que el potencial terapéutico de estas células parece estar, en buena medida, en los productos que liberan en forma de micro-vesículas (exosomas) portadoras de RNAs y proteínas de diversa naturaleza. Los efectos de regeneración de órganos y tejidos, propios de las células madre, pueden ser debidos en gran parte al conjunto de vesículas que liberan con una carga de moléculas activas.
Este conjunto de vesículas resulta heterogéneo, en tamaño y en lo referente a los materiales que albergan. Pero sus posibilidades de empleo en tratamientos se revelan como muy amplias. Por ello, ya están en fase de experimentación en animales y en breve comenzará a analizarse su uso en tratamientos para humanos. Los exosomas se absorben con facilidad en órganos y tejidos, desde la piel hasta el sistema nervioso, pues parecen atravesar con facilidad de barrera hematoencefálica. La revista Nature Biotechnology da cuenta de diversos ensayos clínicos que podrían comenzar en breve, tras los resultados en animales. Los tratamientos de reparación de la piel en general pueden dar pasos a la corrección de enfermedades raras extraordinariamente graves como la epidermólisis bullosa. En cartera están otras patologías, como la distrofia muscular de Duchenne, trastornos neurales como el infarto cerebral o la esclerosis lateral amiotrófica, incluso la regeneración cardiaca o el ataque a diversos tipos de tumores, con micro-vesículas convenientemente modificadas.
El organismo humano, sus células y otros componentes del mismo, siguen siendo una fuente inagotable de medicamentos y terapias. La Biomedicina actual constituye más que nunca como la base fundamental para la innovación en beneficio de la salud.