Los alumnos de habla castellana son «perdedores» y sacan peores notas que los catalanohablantes

Son las conclusiones del estudio «Efectos de la inmersión lingüística sobre el alumnado castellanoparlante en Cataluña», presentado este jueves por la Fundación Europea Sociedad y Educación

Con este informe los autores pretendían averiguar cuál es el efecto de realizar el famoso examen PISA en un idioma distinto al de la lengua hablada en el hogar

Los alumnos cuya lengua materna es el castellano rinden menos que sus compañeros catalanoparlantes en Cataluña. Los primeros sacan 10,85 puntos menos en ciencias y 10,30 menos en lectura. En resumen, los efectos del aprendizaje en una lengua distinta a la materna y, concretamente, los efectos de la inmersión lingüística en catalán en las escuelas públicas y concertadas de Cataluña genera «perdedores»: los alumnos que hablan castellano.

Son las conclusiones del estudio « Efectos de la inmersión lingüística sobre el alumnado castellanoparlante en Cataluña », presentado este jueves por la Fundación Europea Sociedad y Educación . Con este informe los autores pretendían averiguar cuál es el efecto de realizar el famoso examen PISA en un idioma distinto al de la lengua hablada en el hogar. La muestra es de 1.347 alumnos escolarizados en 44 centros que realizaron el PISA en 2015. Entre estos, hay un 54% de alumnos castellanosparlantes y un 42% catalanoparlantes y el resto hablan otros idiomas (los alumnos que, por ejemplo, hablan chino o francés tienen un efecto aún mas depresor en su rendimiento).

Con el estudio los autores del informe han querido advertir de que la inmersión lingüística genera desigualdad y que no hay evidencia empírica contrastable que demuestra que es una «política de éxito», tal como defiende la Generalitat. «El relato hegemónico es que la inmersión lingüística funciona, incluso, hay eslóganes más radicales que sostienen que "la escuela no se toca" y quizás sí haya que hacerlo», criticó Jorge Calero , catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona y uno de los autores del estudio.

Según el actual modelo lingüístico vigente, los alumnos tienen tan sólo 2 horas semanales en castellano (únicamente la asignatura de este idioma), mientras que los del resto de España tienen unas diez asignaturas en esta lengua con 25 horas semanales.

Los chicos, peor que las chicas

El relato que defiende la inmersión lingüística tiene un «componente ideológico importante», defiende Calero, y duda «que se base en datos». En este sentido, Calero matizó que hay algunos estudios que apoyan la inmersión « pero no son rigurosos ».

La Generalitat siempre ha negado la mayor y ha apuntado que no hay diferencias entre los alumnos catalanohablantes y castellanohablantes a nivel de rendimiento. Para mantener tales afirmaciones, el gobierno catalán alude a evaluaciones externas y también propias del departamento de Educación entre los años 2009 y 2016.

Según la Generalitat, el alumnado catalán obtiene resultados muy similares en lengua catalana y en lengua castellana en las pruebas de competencias básicas de sexto de educación primaria aplicadas por la consejería. Arguye, además, que «la convergencia en el rendimiento entre lengua catalana y lengua castellana al llegar a cuarto curso de ESO es todavía mayor, lo que demuestra que el sistema educativo catalán garantiza un dominio equiparable de las dos lenguas al final de la educación obligatoria».

Respecto a las evaluaciones PISA señala que «las posibles diferencias en el rendimiento del alumnado en comprensión lectora no se pueden atribuir a la lengua que los alumnos hablan en su casa, sino sobre todo al nivel socioeconómico y cultural de sus familias ». El estudio de Educación y Sociedad concluye lo contrario: los alumnos castellanohablantes rinden menos «a igualdad del resto de características personales, socio-culturales y económicas».

Dentro de la pérdida de competencia de los alumnos de habla castellana también hay diferencias. Es decir, no todos rinden «igual de mal». En este grupo, sacan peor nota los chicos, los alumnos escolarizados en centros públicos (la inmersión en estos centros es del cien por cien)y los situados en el tercil superior de recursos económicos y socioculturales.

El hecho de que los chicos rindan menos, se debe, según los autores del informe a que en todo el sistema educativo, salvo en la educación superior, «las chicas lo hacen mejor». «Su nivel es más alto y responde a su mayor adaptabilidad », apuntó Calero. El hecho de que saquen peor nota los alumnos que no residen en Barcelona puede deberse a que «se habla más castellano en la capital que fuera», especula Álvaro Choi , profesor de Economía de la Universidad de Barcelona y también autor del estudio.

El estudio matiza que la pérdida de rendimiento de los alumnos castellanoparlantes no es significativa respecto a sus compañeros catalanes en Matemáticas porque, en este caso, «se usa un lenguaje formalizado específico».

De la muestra (1.347 de un total de 1.769 que hicieron los PISA en 2015) se han quedado fuera los de los centros privados no concertados ya que no en todos ellos la escolarización se realiza en régimen de inmersión lingüística en catalán, así como a los alumnos de escolarización tardía, es decir, los que declararon llegar a Cataluña después de los seis años.

La solución: más horas de castellano y cumplir las sentencias

Los investigadores aseguraron que su trabajo se limita simplemente a presentar los datos y que, por eso, no han trasladado esta información a la Generalitat para que tome medidas. Sin embargo, sí que han considerado alunas soluciones al problema que genera la inmersión y que pasaría por « flexibilizar el sistema, que haya más horas de castellano », apuntó Choi o que «se opte por un modelo como el vasco o que se cumplan las sentencias», añadió Calero.

Más de diez años de enfrentamiento político y judicial entre el Gobierno y la Generalitat por el modelo lingüístico de inmersión vigente en la escuela catalana, no han servido para que el castellanogane peso en las aulas.

En 2014, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) resolvió por primera vez fijar un porcentaje mínimo del uso del castellano (25 por ciento) como lengua vehicular en las escuelas de Cataluña. El TS avaló luego esta proporción mínima. Varias familias han logrado por la vía judicial que sus hijos, y por extensión el conjunto de su aula, reciban el 25 por ciento de las clases en castellano.

Otros estudios que desmontan a la Generalitat

Los resultados del informe de la Fundación Europea Sociedad y Educación abonan los obtenidos en otros trabajos anteriores realizados por entidades que defienden los derechos de los alumnos castellanohablantes en Cataluña y desmontan no solo a la Generalitat sino también a la propia ministra de Educación, Isabel Celaá que, para defender su anteproyecto de ley que estará listo «en días» y que discrimina el castellano, aseguró que el texto «hace hincapié en la necesidad de que todo el alumnado termine la educación básica con el nivel adecuado en la capacidad de expresarse oralmente y por escrito en una y otra lengua».

La mayoría de los estudios , algunos basados en datos obtenidos de las evaluaciones de la OCDE y otros en el Informe PIRLS, concluyen que el nivel de dominio del castellano y el rendimiento en algunas materias por parte de estos alumnos es inferior al de sus compañeros de otras comunidades.

Revelan, asimismo, que el porcentaje de fracaso escolar en esta población escolar también es superior respecto al del registrado por los alumnos catalanohablantes. «Entra dentro de la lógica que niños que tienen solo dos horas semanales de castellano a la semana no tengan las mismas capacidades en el dominio de la lengua que los que se escolarizan íntegramente en español», señalaron en declaraciones a ABC fuentes de Convivencia Cívica Catalana (CCC), entidad autora de gran parte de estos trabajos.

Entre ellos, destaca el último informe PIRLS (Progress in International Reading Literacy Study), que evalúa las competencias de los estudiantes de cuarto curso de Educación Primaria.

Triple de fracaso respecto a Madrid

El informe PIRLS constata que los alumnos castellanohablantes de Cataluña fracasan el triple que los de Madrid en comprensión lectora . CCC, que analizó los datos, atribuye estas deficiencias al sistema de inmersión lingüística, que impone el catalán como única lengua vehicular en la enseñanza «creando una importante fractura social y desigualdad educativa».

Según revelan los resultados de estas pruebas, un 30 por ciento de los alumnos castellanohablantes de Cataluña fue incapaz de superar el nivel bajo de comprensión lectora, el triple que en la Comunidad de Madrid (9 por ciento) y casi el doble que la media española (16 por ciento). En cuanto a puntuaciones generales, los niños castellanohablantes que estudian en Cataluña obtuvieron en esta evaluación internacional una puntuación media de 514 puntos, casi cuarenta puntos por debajo de sus compañeros castellanohablantes en Madrid (552) y unos 20 puntos por debajo de la media de España (536).

Trampas en las PAU: pruebas de castellano «más fáciles»

En cuanto a las PAU, el Govern mantiene también que los resultados obtenidos en las asignaturas de lengua catalana y literatura y de lengua castellana y literatura en los últimos cinco años son equivalentes en las dos lenguas. No obstante, desde hace años diversos sectores mantienen la teoría de que hay una diferencia sostenida de nivel entre las pruebas de castellano y catalán que, lejos de resultar casual, se repite invariablemente año tras año por el empeño, no confesado, de la Generalitat de bajar el listón en la prueba de castellano con el fin de demostrar que los estudiantes catalanes están al mismo o incluso a un nivel superior que los del resto de España en castellano y que, por lo tanto, no existe «conflicto lingüístico».

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