Informe PISA

Los alumnos españoles aprueban con nota en respeto a otras culturas y trabajan bien la igualdad de género

El primer Informe PISA sobre competencias globales sitúa a España como uno de los países con mejor puntuación

EFE

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Los alumnos españoles aprueban con nota cuando se trata de las competencias globales necesarias para vivir y desarrollarse en un mundo interconectado y mucho más diverso, es decir, de aquellas que se basan en el fomento de su capacidad crítica, en la concienciación sobre los asuntos globales o en afrontar los problemas y adaptarse al entorno. Así se constanta en el «Informe Pisa 2018. ¿Están los estudiantes preparados para properar en un mundo interconectado?», elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y publicado este jueves. Los estudiantes españoles de 15 años obtienen una nota de 512, mientras la media de los países es de 474, de manera que nuestro país ocupa el sexto lugar d e los 27 estados participantes.

Esta puntuación, además, es superior en ciertas comunidades autónomas, como Aragón (526), Asturias (527), Islas Baleares (513), País Vasco (515), Cantabria (526), Castilla y León (534) , Cataluña (515), Galicia (520), La Rioja (513), Madrid (519), Murcia (519) o Navarra (521). El informe también facilita los resultados en competencia global una vez descontado el resultado de Matemáticas, Lectura y Ciencias -publicados ya con anterioridad-, en los que las mejores calificaciones las obtienen Madrid y Navarra .

«Es la primera vez que PISA incluye esta competencia global», celebra Ismael Sanz, ex «chair» de PISA Strategic Development Group y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), que considera una «buena noticia» que el informe incluya cada vez más competencias. «Muestra que los alumnos españoles de 15 años están preparados para, como dice la OCDE, un mundo mucho más diverso, que empatizan con los demás, tienen en cuenta el bien común y son conscientes de los retos que supone, por ejemplo, el cambio climático», explica. Además, reitera, hay que tener en cuenta que esta prueba se realizó antes de la llegada del coronavirus , por lo que la situación actual no ha influido en la percepción de los estudiantes sobre el mundo que les rodea.

Entre otras cosas, el informe destaca las actitudes positivas de los alumnos españoles con la inmigración, su capacidad para entender a los demás o su interés por el bienestar común y el desarrollo sostenible. Por ejemplo, el 81% de los alumnos aseguran estar bastante familiarizados con el tema del cambio climático, así como con todo lo que respecta a la inmigración, pues el 77,1% afirma conocer bien el tema.

Tratar la igualdad de género en las aulas

Resalta también la importancia y el tratamiento de la igualdad de género en las aulas de los centros escolares españoles. En concreto, más del 90% de los estudiantes españoles que participan en el estudio aseguran que en sus colegios se trata el tema de la igualdad entre hombres y mujeres. «Es muy positivo el resultado que se obtiene en cuanto a esta cuestión», asegura Sanz, aunque pide trasladar esta valoración a las diferencias que hay en España en cuanto a la vocación científica. «En general las vocaciones científicas están estancadas en España, pero además hay diferencia entre chicos y chicas. No son muchas las alumnas que estudian carreras científicas, salvando las sanitarias», reflexiona, a la vez que cree necesario que se traduzca esa igualdad de género «a la realidad».

Sobre la multiculturalidad, el 66% de los alumnos españoles de 15 años asegura estar interesado en «cómo la gente vive en diferentes países», y un 88,6% afirma que respeta los valores de las personas de otras culturas, así como sus opiniones (87,1%). En este sentido, los porcentajes más altos se dan en las preguntas que hacen referencia a la actitud respecto a la inmigración. Tal es así que España logra el valor más alto en respeto a personas de otras culturas , con un 0,38, por delante de lugares como Canadá (0,30) o Escocia (0,25). El 89,8% de los estudiantes españoles consideran que los niños inmigrantes deberían tener las mismas oportunidades en lo que a educación se refiere que el resto de niños del país. El 89,3% también asegura que los inmigrantes tienen que tener los mismos derechos que el resto de ciudadanos del país al que se trasladan. El 83,8% cree que deben tener además la oportunidad de seguir sus costumbres y estilos de vida.

Precisamente, cuando se trata de las relaciones con personas con las que no comparten el idioma nativo, el 87,8% de los alumnos españoles asegura estar pendiente de que la otra persona le esté entendiendo cuando mantienen una conversación, así como de observar sus reacciones (83%). El 88,7% afirma que, en momentos en los que hay problemas de entendimiento, encuentra maneras para que la comunicación sea fluida, como gestos.

Sobre la adaptabilidad a las nuevas circunstancias, el 70,4% sostiene que es capaz de lidiar con situaciones inusuales , porcentaje que se eleva hasta el 75,7% cuando se les pregunta por si son capaces de cambiar su comportamiento en base a las necesidades de las nuevas situaciones que se presentan en un mundo cada vez más interconectado y cambiante. Un 64,2% asegura además que puede adaptarse a estos cambios también bajo presión.

Un mal dato es que España vuelve a destacar en tasa de repetición, por encima de la media de los países de la OCDE. Según el informe, los alumnos repetidores mostraron actitudes menos positivas que los que siempre han pasado de curso. Sin embargo, el dato para nuestro país no es del todo malo. «Lo que veo es que realmente se reduce el número de repetidores», afirma Ismael Sanz, que asegura que en este aspecto «vamos mejorando». Eso sí, aunque cree importante reducir la tasa de repetición, pide hacerlo «de forma natural». «Tienen que ser los propios docentes los que decidan si se tiene que repetir o no, y que con el tiempo se vaya ajustando la tasa al promedio de la OCDE».

Fallos en las pruebas

El informe vuelve a remarcar, sin embargo, que la comparabilidad de los datos de España puede no ser del todo fiable por lo que ocurrió en 2018 , cuando los estudiantes realizaron estos exámenes, pues se demostró que en algunas regiones del país estas evaluaciones coincidieron con los exámenes finales, de manera que varios alumnos mostraron una disposición negativa hacia esta prueba y no respondieron a todas las cuestiones mediante sus conocimientos reales. En ese momento, se achacó al cansancio, al haber coincidido estas prubas con los exámenes finales. Con los buenos resultados obtenidos en esta ocasión por los alumnos españoles, afirma Ismael Sanz, «pierde algo de fuerza» la tesis de que los errores se debieron al cansancio de los estudiantes. «Es verdad que esta prueba es más reflexiva y quizá el cansancio influye menos, pero sigue siendo sorprendente que para unas pruebas estuvieran cansados y para otras no», expone.

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