Alemania reabre el debate de limitar la velocidad en sus autopistas
Grieta en el Gobierno por fija un límite de 130km/h para reducir la contaminación
La operación retorno de las vacaciones navideñas de Berlín ha estado amenizada por el diputado conservador y exalcalde de Fráncfort, Martin Patzelt . De su propio bolsillo ha hecho imprimir decenas de miles de pegatinas que defienden «Freiwillig 130», el establecimiento de una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora en las autopistas alemanas.
En varios tramos de Brandemburgo ha promovido personalmente su campaña, aprovechando los atascos para charlar con los pacientes conductores y desmarcarse de la línea oficial de su partido, la CDU, que prefiere evitar el encontronazo con la industria del automóvil, de la que dependen 800.000 empleos directos , y con esa faceta hasta ahora intocable de la identidad alemana. «Recibo respuestas críticas aisladas, pero la mayoría de los conductores con los que hablo están de acuerdo. Todos somos ahora más conscientes de la necesidad de actuar contra el cambio climático», dice Patzelt.
Un sector debilitado
El debate público sobre el límite de velocidad en autopista llega en un momento de máxima debilidad del sector automovilístico alemán. Volkswagen está negociando un acuerdo amistoso con sus clientes, para evitar la sentencia colectiva por fraude de los motores diésel que reúne unas 400.000 demandas de usuarios, y la producción de coches ha caído en 2019 un 9%, por tercer año consecutivo a la baja .
Aun así, el Partido Socialdemócrata (SPD), que forma parte de la gran coalición de Gobierno de Merkel, ha impuesto el asunto en la agenda política de 2020, alegando que «un límite de velocidad en nuestras autopistas no solo es bueno para la protección del clima, sino que además sirve a la seguridad y es fácil para los conductores », en palabras de su copresidenta, recién llegada a la cúpula del partido, Saskia Esken .
«Y es por eso que hablaremos de ello nuevamente este año», aseguró esta semana, enfrentándose frontalmente con el ministro de Transporte Federal, Andreas Scheuer , que considera por su parte que «tenemos tareas mucho más destacadas que poner este tema altamente emocional una y otra vez en el escaparate, para lo cual no hay mayorías en absoluto».
Un tercio ya lo tienen
Alrededor de un tercio de las autopistas alemanas ya tienen límites de velocidad. La mayoría de los accidentes no tienen lugar en las autopistas , sino principalmente en caminos rurales, pero el SPD se fija en el límite impuesto en la vecina Suiza, de 120 kilómetros por hora, y desea imitarlo.
«Sería una contribución pequeña pero muy fácil a la protección del clima», anima el líder regional del SPD de Schleswig-Holstein Ralf Stegner, «toda Europa y casi todos los países civilizados tienen un límite de velocidad y ha llegado la hora de que Alemania se sume».
El partido de la gran coalición que muestra mayor resistencia es la CSU de Baviera, formación a la que Stegner ha llamado a «abandonar su obstinado bloqueo».
