Alemania quiere generalizar la tercera dosis de la vacuna
Todas las personas vacunadas recibirán lo antes posible una vacuna de refuerzo, a medida que se vayan cumpliendo los seis meses desde la segunda dosis para frenar el repunte de contagios
«Tenemos semanas muy difíciles por delante», ha adelantado el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, tras reunirse con los ministros de Sanidad regionales y trazar una estrategia para afrontar el repunte de contagios, un «nuevo catálogo uniforme de medidas a nivel nacional que se pueden aplicar hasta el 19 de marzo de 2022». La principal medida propuesta en la reunión es que todas las personas vacunadas reciban lo antes posible una vacuna de refuerzo, a medida que se vayan cumpliendo los seis meses desde la segunda dosis, excepto en el caso de Johnson & Johnson, que requiere menor periodo entre dosis.
«Los refuerzos después de seis meses deberían convertirse en la regla, no en la excepción», ha defendido el ministro en funciones, a pesar de que la recomendación de la Comisión Permanente de Vacunación Stiko se limita actualmente a vacunas de refuerzo solo para personal de enfermería , inmunodeprimidos y mayores de 70 años.
La determinación de los niveles de anticuerpos que se discute con frecuencia antes de una vacuna de refuerzo es medicamente bastante innecesaria, agregó el médico de cuidados intensivos Uwe Janssens, ya que en última instancia no dice qué tan buena es la protección de una persona contra el virus.
Spahn ha insistido en que «gracias a las vacunas disponibles, es posible una vida pública significativamente mayor» que en el año anterior. El gobierno continúa sin considerar la vacunación obligatoria para no aumentar las tensiones y divisiones ya existentes en la sociedad, aunque algunos gobiernos regionales son más proclives a implantarla. Klaus Holetschek, ministro de Sanidad de Baviera, se ha quejado de que la situación de la pandemia es «a veces dramática, siempre preocupante y todo menos clara». Sobre la base de experiencias como la de Israel, las vacunas de refuerzo deberían, en principio, ser posibles para todas las personas después de seis meses, ha justificado. Tanto Baviera como Berlín están ya reabriendo los centros de vacunación cerrados a finales de septiembre por falta de afluencia de público, con la esperanza de comenzar cuanto antes a suministrar la tercera dosis.
A la espera de que termine la negociación de la «coalición semáforo», que muy posiblemente forme el próximo gobierno federal bajo el liderazgo de Olaf Scholz, los ministros regionales se han reunido para debatir, un «catálogo uniforme de medidas a nivel nacional» con el que reemplazar la normativa del Estado de Emergencia, que caduca este mes de noviembre. La carga para el personal de enfermería es actualmente enorme, debido a la alta tasa de ocupación de las unidades de cuidados intensivos y a la falta de personal, según han informado expertos del sistema sanitario a los ministros, que han decidido crear incentivos para la profesión lo antes posible, a través de subvenciones para trabajar aumentar los ingresos del personal que trabaje directamente con pacientes con Covid.
De forma generalizada, se han puesto de acuerdo para extender lo más posible la normativa 3G, que limita el acceso a vacunados, testados o curados de Covid, al tiempo que han convenido que los lugares donde «viven las personas especialmente vulnerables» deben recibir una protección especial. En las residencias de ancianos e instalaciones sanitarias permanecerán los conceptos de test obligatorio, no solo para el personal sino también para los visitantes. Esto debe vigilarse con «puertas de seguridad» en las entradas provistas de lectores digitales de los certificados Covid. Los test, que en noviembre habían dejado de ser gratuitos como medida de presión hacia la vacunación, volverán a ofrecerse a los ciudadanos alemanes en la medida de la posibilidad de cada uno de los Bundesländer.
Además, según ha advertido el presidente regional de Sajonia, Michael Kretschmer, los cierres podrían ser necesarios nuevamente si es política no muestra rápidamente pruebas de su capacidad para reducir las hospitalizaciones. El presidente de Turingia, Bodo Ramelow, ha hecho un dramático llamamiento a evitar la sobrecarga de los hospitales : «en los próximos días llegaremos a la situación de que ya no tenemos suficientes camas de cuidados intensivos» y se ha mostrado partidario de establecer la normativa 2G a nivel nacional, que limitaría el acceso a espacios cerrados a vacunados y curados de Covid y rechazaría, por tanto, a los solamente testados.
Los partidos que están negociando la coalición de gobierno, liberales del FDP, Verdes y socialdemócratas del SPD, han acordado permitir que el estado de emergencia de ámbito nacional expire el 25 de noviembre. No debería, por tanto, haber más prórrogas . Un comité discutirá un proyecto de ley, tras escuchar a los expertos, y regulará el período de transición posterior a la elección del Bundestag, para dar continuidad a las políticas de protección contra la pandemia. Una vez entre en vigor, la mayor parte de las restricciones y vulneraciones de los derechos fundamentales ya no se podrán aplicar, mientras los hospitales informa que, de los pacientes de Covid admitidos en cuidados intensivos, aproximadamente la mitad no sobrevive.