Alemania prevé reducir «prácticamente a cero» el tráfico aéreo internacional por las nuevas variantes
Desde el pasado fin de semana se han endurecido las condiciones de ingreso al país para los viajeros
Preocupado por el efecto de las mutaciones del virus, especialmente la británica, el Gobierno alemán estudia la manera de impedir que esas cepas arraiguen en su territorio y para ello reducir «prácticamente a cero» el tráfico aéreo internacional, sobre todo el que conecta con los países de los que proceden las mutaciones o que tienen contacto aéreo con ellos. «La población, que está aceptando restricciones muy serias e importantes frente a la pandemia, espera de nosotros que la protejamos lo mejor posible de una potencial explosión de casos», ha justificado el ministro alemán de Interior, Horst Seehofer. «El peligro que representan las diferentes mutaciones del virus exige que estudiemos y debatamos medidas drásticas, como controles más estrictos en las fronteras, sobre todo en las zonas consideradas de alto riesgo, pero también la reducción a prácticamente cero del tráfico aéreo, como está haciendo Israel en este momento», agregó el ministro.
Desde el pasado fin de semana se han endurecido las condiciones de ingreso al país para los viajeros procedentes de zonas de alta incidencia, categoría en la que están incluidos unos 20 países, entre ellos España. Esto supone que los viajeros deben presentar un doble test negativo para poder entrar en Alemania. Pero el gobierno alemán está particularmente preocupado por un informe interno que señala que las aerolíneas no están cumpliendo con las estrictas reglas y que constata que 16 aerolíneas violaron las regulaciones de entrada 250 veces en un solo día, en su mayoría haciendo en la vista gorda en la comprobación de los test negativos. La policía federal también está preocupada porque sigue registrando violaciones a la cuarentena obligatoria. Un caso particularmente explosivo se ha producido esta semana, cuando un ciudadano británico dio positivo después de ingresar al país y hubo de ser aislado en un hotel del que posteriormente despareció.
La canciller Merkel había pedido a Seehofer varios escenarios de restricción de viajes y posibles medidas y ha informado a su grupo parlamentario de la situación, una reunión cuyo protocolo se ha filtrado a la prensa alemana y que refleja la gravedad del diagnóstico. «Se nos está yendo de las manos», dijo Merkel a los diputados de su partido en referencia al placaje de la cepa británica. «Sigo preguntando: ¿Por qué no podemos prohibir los viajes?», consta que inquirió Merkel, a lo que los representantes de los Bundesländer orientales, el territorio de la antigua Alemania comunista, se negaron alegando la ilegalidad de la restricción de la libertad de movimientos. A continuación se dedujo que, si no es posible imponer esa prohibición, el único recurso que queda es limitar al máximo el número de vuelos operados por las aerolíneas, de manera que el derecho siga en vigor, pero en la práctica no operativo.