Alemania mantendrá las fronteras abiertas con países con restricciones similares a las suyas
Merkel defiende las compras europeas conjuntas de vacunas
La compra conjunta de vacunas, a través de la Comisión Europea, está siendo muy criticada en Alemania. La lentitud con la que llegan las dosis a cada uno de los Bundesländer alemanes, que mantiene paralizada la campaña de vacunación en varias regiones por falta de dosis, así como los acuerdos a los que han llegado países europeos para revender vacunas a terceros, han generado una ola de desconfianza acerca del procedimiento que, sin embargo, Merkel sigue defendiendo con firmeza. « No hay uno solo día en que haga todo bien al cien por cien , pero si hay una decisión de la que no me arrepiento es de la compra europea de vacunas», ha dicho durante la rueda de prensa en la que ha explicado el último endurecimiento de las restricciones. «Me resultaría aterrador que grandes y experimentados negociadores como Francia, Italia o España estuviesen compitiendo con nosotros en los mercados», ha dicho, recordando que « BionTech no es una empresa nuestra , trabaja con Pfizer, que vende a escala global» e insistiendo en que la estrategia conjunta europea reviste una gran importancia en la gestión de la pandemia.
En esta misma línea, Merkel es partidaria de no permitir cierres de fronteras «entre países que tienen similares objetivos de incidencias y que aplican restricciones similares». «Otra cosa es que un país con un nivel de infecciones igual o mayor, mientras en Alemania tenemos todo cerrado durante meses con un gran esfuerzo, tenga todo abierto y pueda uno ir allí a comer en un restaurante o tomarse un café», ha dicho, «en ese caso tendríamos que hablarlo ». »Los alemanes no entenderían, y con razón, que un país con menores restricciones en la vida pública mantenga sus fronteras abiertas» como consecuencia de «conceptos totalmente diferentes», por lo que está abierta a cierres de fronteras si se produce esa situación. «Eso no debe volver a pasar», ha continuado, en alusión a las colas de camiones en la frontera entre Alemania y Polonia.
Alemania ya ha abordado la cuestión fronteriza con Bélgica y Luxemburgo, antes de tratar el asunto con el resto de los países europeos. Merkel ha insistido en que, en las zonas fronterizas en las que muchos trabajadores y ciudadanos cruzan a diario la frontera, es posible mantener la situación controlada gracias a test sistemáticos , sin que sean necesarios los cierres fronterizos.
El cierre no terminará para todos al mismo tiempo
Merkel, por lo demás, ha reconocido abiertamente la mayor capacidad infecciosa de la mutación británica del coronavirus y ha señalado que «nos sitúa ante un nuevo escenario», al justificar el hecho de haber prolongado y endurecido las restricciones en todo el territorio alemán, de acuerdo con los Bundesländer. Especialmente conmovida se ha mostrado con la incidencia de contagios y muertes en las residencias de ancianos. « Emocionalmente es extremadamente difícil de lleva r », ha confesado, tras reconocer que el gobierno ha puesto todos los medios posibles para evitar los fallecimientos pero que aun así, en esta tercera ola han alcanzado cifras inesperadas. Respecto a la retirada de las restricciones, Merkel se ha pronunciado contra procesos acelerados. Ha aclarado que el cierre no terminará para todos al mismo tiempo y que su absoluta prioridad sería reabrir los colegios y guarderías, solo más tarde el comercio. También ha advertido que una vez alcanzado el objetivo de incidencias de 50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en siete días, se esperará un tiempo prudencial antes de proceder a las primeras reaperturas, y que se dejarán pasar varias semanas antes de seguir reabriendo sectores, si es que el objetivo de incidencia demuestra mantenerse en el tiempo. «Lo primero serían los colegios, después servicios como peluquerías, que son anecdóticos, y sobre todo el comercio», ha descrito.
También ha reconocido que la protección de datos es un factor clave, que explica la reticencia de muchos alemanes a descargar la aplicación de alerta. Y se ha mostrado contraria a establecer privilegios para los ciudadanos que acepten vacunarse , aunque ha recordado que tradicionalmente se exigen determinadas vacunas para viajar a determinados países, por lo que en la movilidad no parece resultarle la idea tan absurda. Ha identificado la pandemia como una «catástrofe secular, en el sentido de catástrofe natural», pero se ha mostrado optimista al recordar que «a diferencia de otras ocasiones históricas, como la peste española, esta vez contamos con vacunas, lo que supone un logro científico de gran trascendencia».
Merkel, que apura el último tramo de su cuarta legislatura y que ha vuelvo a insistir en que «no me presentaré en las próximas elecciones para ningún cargo político», asegura que «se enfrenta a esta tercera ola con la misma actitud de alerta y resolución que ante la primera, con la misma actitud que el primer día al frente del gobierno», porque, señala, «si algo puedo decir después de cuatro legislaturas es que cada mañana te puedes encontrar con nuevos retos de gestión con los que jamás habías pensado que podrías encontrarte».
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