Aldeas Infantiles cumple 70 años: uno de cada diez niños está en riesgo de perder el cuidado de sus padres

La organización de atención directa a la infancia presenta el informe de siete décadas de impacto, en el que analiza cómo ha mejorado la vida de 13 millones de personas

Niños en una aldea infantil de Perú FOTOS CEDIDAS A ABC

S. S.

Aldeas Infantiles SOS ha contribuido a mejorar la vida de 13 millones de personas en situación de vulnerabilidad desde su fundación en 1949. Así se desprende del informe 70 años de impacto , presentado por la organización con motivo de su 70 aniversario. Se trata de un análisis exhaustivo sobre la repercusión de su trabajo en la vida de los niños, niñas y adolescentes atendidos en todo el mundo, así como en la sociedad en su conjunto.

El documento concluye que la organización ha contribuido a transformar de forma directa las vidas de cuatro millones de niños que habían perdido o estaban en riesgo de perder el cuidado parental , al proporcionarles un entorno familiar en el que pudieran crecer seguros y protegidos.

Brasil

Muchos de estos niños y niñas se han convertido en padres, madres, abuelos y abuelas, y su capacidad de cuidar a sus propias familias ha mejorado a consecuencia del apoyo recibido. De este modo, se ha contribuido a mejorar la vida de nueve millones de personas más, rompiendo así el ciclo de separación y abandono.

Basado en evaluaciones de impacto social y datos de adultos que fueron atendidos durante su infancia por Aldeas en 37 países, el informe 70 años de impacto asegura que cuando los niños pierden el cuidado de sus padres, un cuidado alternativo de calidad, unido a políticas preventivas de fortalecimiento familiar, puede ayudarles a redirigir sus vidas y a romper el ciclo generacional de separación, ofreciendo, además, beneficios a la sociedad a largo plazo.

«Para Aldeas Infantiles SOS es de vital importancia efectuar un seguimiento del trabajo realizado y evaluar los resultados obtenidos», explica el presidente de la organización en España, Pedro Puig . «Lo hacemos en aras de la transparencia y con el fin de mejorar la calidad de la atención que prestamos a niños, niñas, adolescentes y familias». Además, destaca la importancia de contar con estadísticas fiables sobre los niños en situación de vulnerabilidad: «A nivel mundial se tienen pocos datos sobre estos niños y, sin ellos, sus realidades nunca podrán ser abordadas».

El informe ha sido elaborado con una metodología rigurosa diseñada por Aldeas Infantiles SOS Internacional con el aval de Boston Consulting Group, que evalúa el impacto de los programas de acogimiento y fortalecimiento familiar en cuatro áreas de la vida de los niños que pasaron por ellos:

Níger

-Romper el ciclo generacional de abandono y separación mediante un cuidado de calidad: cerca del 90% de los niños a los que Aldeas apoyó en el pasado tienen relaciones familiares y redes de apoyo sólidas y cuidan bien a sus hijos e hijas.

-Lograr la autosuficiencia con educación y empleo: más del 80% han completado la Educación Secundaria o Formación Profesional y tienen las habilidades necesarias para garantizarse un trabajo digno o están estudiando para adquirir competencias.

-Garantizar las necesidades básicas: gracias a la capacitación proporcionada por Aldeas, el 90% de estos adultos son capaces de cubrir la gran mayoría (dos de tres) de sus necesidades básicas, como vivienda, alimentación y atención médica.

-Sentar las bases de una vida feliz: el 80% se sienten seguros y tienen una actitud positiva ante la vida.

Impacto social

El efecto positivo de la labor de Aldeas Infantiles SOS t ambién ha repercutido en las comunidades donde viven estas personas. El informe incluye un cálculo del retorno social de la inversión que pone de manifiesto que, por cada euro invertido en los programas de Aldeas, la sociedad ha recuperado cinco euros.

Aldeas también ha cuantificado su contribución al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, en particular, de cinco de ellos: el fin de la pobreza, la reducción de las desigualdades, la paz y la justicia, una educación de calidad y trabajo decente.

«Nuestra meta como organización es garantizar el derecho de cada niño y niña a crecer en un entorno familiar, seguro y afectivo. Celebramos haberlo conseguido para muchos de ellos en estos 70 años, pero todavía queda mucho trabajo por hacer», afirma Puig. La organización recuerda que, en el mundo, uno de cada diez niños está en riesgo de perder el cuidado de sus padres o ya lo ha perdido. «Tenemos que seguir trabajando por ellos, bajo la premisa de que ningún niño nace para crecer solo», concluye el presidente de Aldeas.

Etiopía

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