Acciones de Bolsonaro no convencen ambientalistas
La ambientalista y excandidata presidencial, Marina Silva, propone salidas a la crisis
El discurso del brasileño Jair Bolsonaro mitigó las críticas a la falta de acción de su Gobierno en el combate a los fuegos que vienen incendiando la Amazonía, pero no convenció a los ambientalistas y organizaciones que trabajan en la preservación de la mayor selva tropical del planeta.
Investigadores nacionales e internacionales, entre ellos la NASA , denunciaron esta semana un número récord de incendios que pueden llegar a 78 mil brotes desde el primer día de agosto. El hollín, que ha pasó esta semana en ciudades brasileñas y sudamericanas, entre ellas, Sao Paulo, ha movilizado a los brasileños y a la comunidad internacional contra la falta de acción de Bolsonaro y su Gobierno.
Acorralado por protestas y bajo la amenaza de sanciones internacionales, principalmente de Europa, Bolsonaro ordenó el traslado de las Fuerzas Armadas hacia las áreas en peligro, pero no dio señales de que volverá a enviar recursos a las instituciones que fiscalizan las acciones criminales de madereros, agricultores, y ganaderos.
El discurso del excapitán del Ejército, mantuvo la tónica de que hay una campaña internacional interesada en propagar noticias falsas contra la soberanía brasileña.
El Ministerio Público Federal, del estado amazónico de Pará, denunció tla reducción de las fiscalizaciones ambientales y la ausencia de la policía para enfrentar la acción de los hacendados que promovieron un «Día del Fuego» el 10 de agosto para comenzar los incendios de selvas que les abren terrenos para invasión.
La voz ambiental
La ambientalista y excandidata presidencial, Marina Silva, dijo que Bolsonaro «anunció una solución inocua» al usar a los militares para tratar de contener un problema de la dimensión de los incendios y las deforestaciones. «Es una vergüenza saber que el gobierno sólo admitió la existencia del problema cuando el mundo cayó encima de Brasil», señaló.
Nacida en la Amazonia y considerada una referencia internacional en el tema, Silva pidió la dimisión del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, la retomada de las operaciones de fiscalización ambiental, y del funcionamiento del Fondo Amazonía, que funcionaba con recursos de Noruega y Alemania, rechazados por el presidente.
La exministra de medio ambiente, recomendó a su vez, operaciones de inteligencia para derribar a los bandos criminales organizados que financian la invasión de tierras protegidas e indígenas , para exploración ilegal de la selva.
Erika Berenguer, investigadora senior de la Universidad de Oxford, que estudia hace más de una década los incendios amazónicos, publicó una explicación científica sobre los incendios. «Incendios en la selva amazónica no ocurren de forma natural , necesitan una fuente de ignición antrópica, o más claramente, alguien que ponga fuego», señaló.
Según la estudiosa, al contrario de otros ecosistemas, cuando la Amazonia se quema, los árboles mueren, porque el fuego no es parte de su dinámica. «Cuando mueren estos árboles, se descomponen, liberando en la atmósfera todo el carbono que almacenaban, contribuyendo a los cambios climáticos».
Berenguer informó que la selva amazónica almacena lo equivalente a 100 años de emisiones de CO2 de Estados Unidos, por lo que su pérdida devuelve muchísimo CO2 a la atmósfera. «Es un dolor indescriptible ver la mayor selva del mundo, mi objeto de estudio, y mi propio país, quemándose», lamentó.
Los científicos y ambientalistas, así como los ministros del medio ambiente de Gobiernos anteriores, y parte de los empresarios agropecuarios venían alertando a Bolsonaro, a su equipo y a la prensa sobre este desastre, que al contrario de lo que el presidente alega, no ocurre como resultado de la sequía, que según los estudiosos, debe comenzar sólo en setiembre.
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