El 65% de los jóvenes se han sentido solos durante el confinamiento a pesar de su hiperconectividad

La brecha de adaptación a la educación a distancia y el teletrabajo tiene un componente muy importante de clase social, según un estudio de la Fad

María Lozano

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Hiperconectados, pero solos. Así se han sentido la mayoría de jóvenes durante el confinamiento en España, una muestra más de que la tecnología no puede sustituir al contacto humano que se daba en la «vieja normalidad» y que se ha visto frustrado con el teletrabajo y la educación online que se ha implantado por la pandemia del coronavirus. Se trata de una de las principales conclusiones del estudio «De puertas adentro y de pantallas afuera. Jóvenes en confinamiento», financiado por Telefónica y Santander y realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (Fad).

La investigación ha tenido en cuenta a los jóvenes entre los 15 y 29 años y, aunque solo un 6,4% ha vivido este periodo en soledad, el 37,7% de los chicos y chicas han experimentado sentimiento de soledad con mucha o bastante frecuencia. Un 65,2% lo ha experimentado por lo menos alguna vez y únicamente el 32,8% afirma no haber sentido soledad en ningún momento.

Estudio «De puertas adentro y de pantallas afuera. Jóvenes en confinamiento» FAD

«Pese a la hiperconectividad que ha habido estos meses también se ha detectado un sentimiento de soledad en la gente joven porque lo "online" no puede sustituir a la presencialidad», ha explicado la subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, Anna Sanmartín.

Dado el aumento de tiempo disponible y la necesidad de cubrir este tiempo con actividades, el uso de internet y redes sociales ha aumentado durante el confinamiento para una gran mayoría de jóvenes. En el estudio se aprecia una cierta mirada crítica acerca de la cantidad de tiempo empleado en las mismas. Un 47,3% declaran que pasa mucho más tiempo en internet del que debería y un 33,5% algo más. Sumados, más del 88% . Las mujeres tienen mucho más acentuada esa sensación de sobrepasar el límite que ellos, especialmente, en redes sociales. En este sentido, el abuso resta tiempo para otras actividades como dormir (33%) o estudiar (29,8%).

Estudio «De puertas adentro y de pantallas afuera. Jóvenes en confinamiento» FAD

«Estamos continuamente hiperconectados, pero en el estudio lo que se detecta es que los jóvenes echaban de menos el estar con los amigos, ese mundo "offline" . Sigue siendo necesario ser capaces de desconectar y tener las competencias para saber hacerlo», ha destacado Ariadna Fernández Planells, profesora de Comunicación de la Universitat Politècnica de València.

El salto al mundo «online»

Además, en la investigación ha quedado en evidencia que todavía no estábamos preparados para dar el salto a la vida digital en la educación y el trabajo. Según el estudio, casi el 90% han continuado con sus estudios, pero prácticamente la mitad (el 51 %) ha tenido algunas dificultades y una quinta parte (el 20%) ha tenido bastantes dificultades para continuar estudiando .

Estudio «De puertas adentro y de pantallas afuera. Jóvenes en confinamiento» FAD

La mayoría de los problemas en la educación a distancia que han señalado los estudiantes son la dificultad de concentrarse en el hogar de residencia (31.4%) y la dificultad de adaptación, tanto de profesores (28,9 %) como de alumnos (27,2%), a esta tipología de enseñanza. También destaca la existencia de dudas difícilmente resolubles en casa sin apoyo (24,7 %) o no encontrarse bien anímicamente (23,1 %, dificultad mucho más señalada por ellas que por ellos).

Brecha de clase social

En este sentido, se evidencia una brecha de adaptación al sistema no presencial de enseñanza. El nivel de estudios, la clase social y la posición ideológica marcan diferencias. Según la investigación, aquellos grupos con más dificultades de adaptación al entorno digital han sido quienes cursan enseñanzas secundarias postobligatorias, jóvenes de clase media-baja y baja y quienes tienen un perfil ideológico de izquierdas. «La brecha de adaptación a la educación no presencial, por tanto, tiene un componente muy importante de clase social, ya que se han acomodado mucho mejor aquellos chicos posicionados en las clases altas y medio altas frente a sus compañeros de clases medias y medias bajas», ha asegurado Sanmartín.

«No es tanto una brecha tecnológica, depende del capital social y de la capacidad de aportar, de que la familia pueda ayudar en el aprendizaje . El autoaprendizaje es positivo pero requiere de la ayuda de un adulto que de herramientas para superar esa situación», explica Carles Feixa, catedrático de Antropología Social de la Universitat Pompeu Fabra.

Pero la brecha no solo se da en el ámbito educativo, también está presente en el teletrabajo de los jóvenes. Esta práctica se ha generalizado entre el 58% de los y las jóvenes trabajadores, siendo más frecuente entre grupos de estudios superiores, clases media-alta y alta y residentes en grandes ciudades. Además, la mitad (59,3%) de encuestados han experimentado algunas dificultades con el teletrabajo , principalmente derivadas de la falta de espacio (26,9 %), los problemas de conexión (24,6 %) o la imposibilidad de realizar determinadas tareas a distancia (26,1 %).

Estudio «De puertas adentro y de pantallas afuera. Jóvenes en confinamiento» FAD

El estudio se ha realizado a partir de encuestas a 1.200 jóvenes de entre 15 y 29 años durante el pasado mayo, después de que comenzara la fase 0 de la desescalada en todos los territorios españoles.

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