El padre del menor que denunció abusos en un colegio vizcaíno pide que se reabra el caso
Espera que el Papa Francisco, al que envió una carta, intervenga en el proceso canónico y que el profesor que presuntamente cometió esos delitos sea finalmente condenado
La familia del exalumno del colegio vizcaíno Gaztelueta, ubicado en Lejona y adscrito al Opus, que asegura que el chico sufrió abusos sexuales por parte de un profesor entre 2008 y 2010 pide al Papa que reabra la investigación de los hechos a través de un comunicado donde solicita «del Santo Padre un nuevo capítulo de su misericordia», después de que el pasado 12 de octubre trascendiera que el Vaticano había puesto fin a la investigación al no poder probarse los supuestos abusos. Los progenitores están convencidos de que no hubo tal investigación y que esta «se cerró sin abrirse».
La familia, que en paralelo mantiene una querella en un juzgado de Guecho , suscribe hoy un comunicado muy duro con el centro educativo y diversas autoridades eclesiásticas, y reserva el último punto del documento para pedir ese «nuevo capítulo de misericordia» al Papa, a quien se dirigieron hace meses y obtuvieron una respuesta en la que Francisco anunciaba que daba orden «a la Congregación para la Doctrina de la Fe para que instruyan el juicio canónico al educador y al colegio pero sin molestar al chico».
Los padres solicitan al Papa «que reabra el caso, ya que por lo manifestado en este comunicado y con los hechos descritos, es evidente que cualquier investigación que se haya desarrollado carece de cualquier rigor jurídico y de transparencia », afirman. «Esa indefensión, esos cauces utilizados, que violan los principios sagrados de cualquier procedimiento jurídico, sea canónico ó ordinario, anulan de raíz la legitimidad del procedimiento y por ende de la resolución».
«Ad Maiorem Dei Gloriam, nuestro ruego respetuoso se dirige al Papa Francisco, para que a la vista de toda esta suerte de gravísimas irregularidades procesales y jurídico-canónicas, reabra un caso que nunca se investigó, que se cerró sin abrirse, sin solicitar pruebas al denunciante , y que jamás debería haber sido clausurado de este inaudito, alarmante y escandaloso modo».
Cerrado por la Fiscalía
El caso de supuestos abusos, que se remonta al año 2008 y fue denunciado por la familia en 2011, se reactivó el 2 de octubre tras darse a conocer que el joven, una vez alcanzada la mayoría de edad, había presentado una querella criminal en un juzgado de Guecho.
Al mismo tiempo, se divulgaba una carta del Papa, fechada el 24 de diciembre de 2014, como respuesta a una misiva de los padres, en la que Francisco aseguraba que enviaba la documentación que le ha sido remitida «a la Congregación para la Doctrina de la Fe para que instruyan el juicio canónico al educador y al colegio pero sin molestar al chico ».
Aunque los presuntos hechos que denuncia la familia se remontan a los cursos 2008-09 y 2009-10 , cuando el alumno tenía 12 y 13 años, no fue hasta 2011, un año después de que el niño dejara el centro, cuando sus padres presentaron una denuncia ante la Inspección de Educación por un presunto caso de acoso escolar por parte de otros estudiantes, en el que implicaba también al ahora exprofesor.
El centro abrió su propia investigación: el docente negó las acusaciones y el centro concluyó que estas «no podían ser refrendadas». El profesor, sin embargo, acabó optando por abandonar el colegio, viendo que las denuncias «le producían una situación de incomodidad e indefensión constantes».
Los supuestos hechos llegaron a conocimiento de la opinión pública en diciembre de 2012 , cuando los padres se pusieron en contacto con varios medios de comunicación. A partir de ahí siguió los cauces pertinentes y fue investigado en primer lugar, por los Servicios de Inspección Educativa del Gobierno Vasco; en segundo lugar, por la Fiscalía de Menores y, finalmente, por el Fiscal Superior del País Vasco. Este último, en septiembre de 2013, decretó el archivo de las diligencias.
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