El Papa subraya «la inmensa contribución de las mujeres» en la vida de la Iglesia
Pide en Filadelfia «una participación de los laicos mucho más efectiva»
Las primeras palabras del Papa Francisco en Filadelfia, a donde ha llegado el sábado para participar en el Encuentro Mundial de las Familias , han sido una invitación a multiplicar la participación de los laicos y, específicamente, de las mujeres laicas en la vida de la Iglesia.
En la homilía de la misa celebrada en la catedral, el Santo Padre lo dijo con toda claridad: «Sabemos que el futuro de la Iglesia, en una sociedad que cambia rápidamente, reclama ya desde ahora una participación de los laicos mucho más activa».
Para conseguirlo, el Papa sugirió «fomentar un sentido de colaboración y de responsabilidad compartida en la planificación del futuro de nuestras parroquias e instituciones». Actuar así, «no significa renunciar a la autoridad espiritual» de los sacerdotes y obispos sino «discernir y emplear sabiamente los múltiples dones que el Espíritu derrama sobre la Iglesia».
Significa también especialmente, según el Papa, «valorar la inmensa contribución que las mujeres, laicas y religiosas , han hecho y siguen haciendo a la vida de nuestras comunidades».
Como eje de su homilía, Francisco comentaba «la invitación del anciano Papa León XIII a una mujer laica», Katharine Drexel , una millonaria heredera norteamericana, nacida precisamente en Filadelfia, que comenzó a crear escuelas para los indios americanos en Dakota del Sur.
En 1887, durante un viaje a Roma, Katharine pido a León XIII el envío de algunas misioneras que pudiesen ayudar en las escuelas para los indios. Estaba a punto de llevarse una sorpresa. Según relató Francisco , «el Papa, que era muy sabio, le preguntó intencionadamente: ‘Y tú, ¿Qué vas a hacer?’».
Esa pregunta inesperada cambió la vida de Katharina Drexel, que a partir de ese momento se tomó la responsabilidad como personal. Al cabo de un tiempo entró en una orden religiosa y poco después fundó las « Hermanas del Santísimo Sacramento ». Junto con las primeras trece compañeras emprendió a tiempo completo la tarea de crear escuelas y prestar servicios a los indios americanos y a los negros, que entonces eran pobres y carentes de derechos civiles.
Sus esfuerzos no eran apreciados en absoluto por la sociedad de su tiempo, por lo que no solo recibía fuertes críticas sino también sabotajes y agresiones a sus escuelas, que proliferaron por el Oeste y el Suroeste de Estados Unidos. Katharine Drexel murió en 1995, y fue canonizada por san Juan Pablo II en el año 2000.
El programa del Papa en Filadelfia prevé para la tarde del sábado, un discurso sobre liberta religiosa precisamente en el Independence Hall, donde se redactaron y proclamaron tanto la Declaración de Independencia en 1776 como la Constitución de los Estados Unidos en 1787.
En ese lugar tan significativo para los norteamericanos, Francisco utilizara una valiosa reliquia nacional: el atril del presidente Abraham Lincoln en su famoso discurso de Gettysburg en 1863, durante la Guerra de Secesión.
Poco después del anochecer, el Santo Padre presidirá la vigilia de oración y fiesta en un gran espacio abierto de la ciudad. Será su primera intervención en el Encuentro Mundial de las Familias, que clausurará el domingo con una misa en el mismo lugar.
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