Los bosques europeos están frenando la salida prematura de las hojas
Aunque entre 1980 y 1994 los árboles brotaban 4 días antes por cada grado que aumentaba la temperatura, hoy en día ya sólo lo hacen con 2 días de antelación
La salida anticipada de las hojas de los árboles europeos se ha ido frenando desde 1980. El estudio, publicado en el último número de la revista «Nature», y en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC ), demuestra que este freno resulta de otro factor que regula la salida de las hojas: la acumulación de frío durante el invierno.
Hasta ahora, la mayoría de teorías científicas apuntaban que el calentamiento global y el consecuente adelanto de la primavera estaban adelantando la salida de las hojas hasta 4 días por cada grado que aumentaba la temperatura. Según estas teorías, se creía que las plantas brotarían más y más pronto a medida que aumentara el calentamiento del planeta. Sin embargo, este estudio revela que esto no está ocurriendo así.
«Hemos observado que los árboles europeos no están haciendo brotar las hojas tan pronto como se pensaba, porque necesitan acumular un cierto número de noches frías para despertar del estado de dormición invernal», comenta Josep Peñuelas, comenta Josep Peñuelas, investigador del CSIC y director de la Unidad de Ecología Global del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales ( CREAF ).
La evidencia empírica de este hecho ya se conocía gracias a experimentos de manipulación con árboles jóvenes, pero aún no se había podido observar en la naturaleza. Ahora, un equipo internacional de investigadores de China, Bélgica, Francia, España, Suiza y Alemania han comprobado, durante 30 años y en 1.245 parcelas, que los inviernos, más cálidos, están contrarrestando la llegada prematura de la primavera fenológica ya que las hojas de las siete especies de árboles más predominantes de Europa no avanzaban su salida a la velocidad prevista hasta ahora. Sus análisis muestran que, entre 1980 y 1994, por cada grado que había incrementado la temperatura primaveral, la salida de las hojas había avanzado 4 días. En cambio, entre 1999 y 2003, este número se había retrasado hasta 2,3 días por cada grado.
La explicación de esta menor sensibilidad de los árboles al cambio climático está en que «durante el invierno, cada vez hace menos frío y las plantas necesitan acumular durante más tiempo el frío necesario para despertar de la dormición invernal», comenta Peñuelas. «Si según marcan los modelos, cada vez el invierno resulta más cálido, se frenará el avance en la salida prematura de las hojas», concluye. Una posibilidad que preocupa a los investigadores porque reduce el potencial de los bosques de secuestrar más carbono.
Además, hay otro mecanismo de control que ralentiza el proceso: el llamado fotoperiodo , por el que las plantas evitan que los brotes salgan antes de tiempo porque detectan las pocas horas de luz características del invierno. «Así protegen los primeros brotes de los posibles daños de las heladas», dice el investigador del CSIC.
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