El Papa espolea desde Cuba las negociaciones de paz en Colombia
Advierte a gobierno y FARC que “no podemos permitirnos otro fracaso”
Al término de la misa del domingo en la Plaza de la Revolución de La Habana, el Papa Francisco sorprendió a los cubanos y a toda América Latina con un fuerte llamamiento a acelerar las negociaciones de paz en Colombia .
Tanto el presidente Manuel Santos como los dirigentes de las FARC han sugerido en varias ocasiones una mediación del Papa, similar a la realizada entre Cuba y Estados Unidos. Hace dos semanas, el presidente Santos afirmó que no le importaría que el Santo Padre recibiese en Cuba a representantes de las FARC «si eso sirve para consolidar y acelerar las negociaciones. A mí me interesa poner fin a esta guerra , cerrar este conflicto cuanto antes».
El Vaticano respondió oficiosamente que el Papa no podía implicarse personalmente en la mediación, pero eso no significa que Francisco se mantenga al margen, y el domingo saltó personalmente a la arena.
Antes del rezo del Ángelus con varios cientos de miles de fieles que habían asistido a la misa en la Plaza de la Revolución, Francisco manifestó sentir «el deber de dirigir mi pensamiento a la querida tierra de Colombia, consciente de la importancia crucial del momento presente, en el que, con esfuerzo renovado y movidos por la esperanza, sus hijos están buscando construir una sociedad en paz».
El Papa formuló el deseo de que « la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado, unida a la de Jesucristo en la Cruz, sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso en esta bella isla, para una definitiva reconciliación».
Francisco auspició que de ese modo, «la larga noche de dolor y de violencia, con la voluntad de todos los colombianos, se pueda transformar en un día sin ocaso de concordia, justicia, fraternidad y amor en el respeto de la institucionalidad y del derecho nacional e internacional, para que la paz sea duradera».
Con gran fuerza, el Papa concluó sus palabras advirtiendo: «Por favor, ¡no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso en este camino de paz y reconciliación!».
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