Sin excusas para iniciar un nuevo curso

De todas las responsabilidades de la administración, pocas tan trascendentes para la ciudadanía como la educación. La Junta de Andalucía tiene transferida esta gestión desde hace tantos años que culpar de cualquier carencia o disfunción a otra administración pública sólo puede ser fruto del interés partidista, la mezquindad y el descaro. Todo, lo bueno, lo mejorable, lo peor y lo lamentable en materia educativa es cuestión autonómica desde hace mucho. El curso que empieza el próximo jueves (para Infantil y Primaria) será una nueva prueba para el sistema público.

Por más que quiera ampararse en la suave aplicación inicial de la Lomce –que llega ahora a los niveles superiores–, es el efecto de los recortes, la mala gestión y las prioridades lo que va a marcar el curso.

A efectos prácticos, el cambio legal sólo tendrá repercusión en la carga horaria de algunas asignaturas (las menos) como Religión y el cambio de nombre de otras. No hay reválidas ni ranking de centros y alumnos por el momento. Así que tampoco hay excusas de dificultades por los cambios

La Junta de Andalucía ha realizado obras de mejora en 18 centros de la provincia y a partir de esta semana llegará el momento de saber si han sido suficientes. El gasto escolar en las familias se mantiene, como los precios de comedor y las actividades extraescolares.

Es decir, el escenario es el mismo. Los retos, idénticos. La trascendencia, exacta. Queda por conocer la respuesta de una administración célebre por hacerse autobombo, por achacar todas sus debilidades a los demás y recortar en servicios fundamentales mientras denuncia que lo hacen otros.