El fuego remite en la Sierra de Gata tras devorar 7.000 hectáreas
Los últimos vecinos desalojados ya han vuelto a sus casas, pero se mantiene la alerta por el calor
La ausencia de viento durante la noche del sábado permitió a los servicios de extinción contener unas llamas que, a falta del balance definitivo, han arrasado cerca de 7.000 hectáreas . Durante toda la jornada de ayer se mantuvo el nivel 2 de alerta por el calor y continuaron trabajando en la zona todos los efectivos desplegados, procedentes de varios lugares de España y Portugal. En total, cerca de 600 personas, la mitad de ellas militares, además de 18 helicópteros y seis hidroaviones.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, agradeció ayer el trabajo que desde el jueves han desarrollando todos los efectivos implicados tanto en la extinción del incendio como en la atención de los afectados. Insistió una vez más en que desde la Junta se pondrán en marcha campañas para promocionar la Sierra de Gata , y pidió a quienes tuvieran previsto visitar la comarca en los próximos días que lo hicieran. «La Sierra de Gata tiene ahora una herida de 7.000 hectáreas, pero cuenta con otras 153.000 disponibles para ser observadas y admiradas», apuntó.
En relación a las investigaciones sobre la autoría del incendio, el presidente dijo que aún no se conoce el origen del fuego y no se descarta ninguna hipótesis. «Quien quiera que sea el responsable que sepa que ha destrozado la vida de mucha gente », destacó. Los alcaldes de la comarca tampoco dudan que ha sido un incendio intencionado.
Durante la mañana del domingo volvieron a sus casas los vecinos de Hoyos, los últimos que aún estaban desalojados. Pero en la Sierra de Gata ayer nadie estaba contento. Han perdido demasiado. El cielo era otra vez azul porque no había fuego cerca, pero todavía huele a humo y el agua del grifo no se puede beber porque baja contaminada de ceniza.
Adiós al paraíso
El panorama en los alrededores de Acebo es negro y triste. En el pueblo dicen que el 90% del término municipal , un paraíso de pinares, robles y castaños que atrae a turistas de toda Europa, ha quedado carbonizado . Los otros dos municipios más afectados por el desastre han sido Hoyos y Perales del Puerto. Los habitantes del primero pudieron regresar ayer por la mañana a sus casas tras el desalojo. También quedaron abiertas definitivamente todas las carreteras que se habían cortado al tráfico en las jornadas anteriores.
En una de ellas, a las afueras de Perales del Puerto, operarios de Movistar se afanaban por devolver a la comarca el servicio telefónico , caído desde el jueves al quedar destruida la línea que entra en la Sierra de Gata desde la central de Coria. La compañía telefónica desplazó además a la zona dos camiones para dar vía satélite cobertura de móvil.
En Perales, una columna de humo en el límite del casco urbano salía de la casa que se quemó en la madrugada del viernes al sábado, cuando se produjo el desalojo de la localidad. El fuego en el interior se había reavivado y los bomberos se afanaban en apagarlo. Entre los testigos estaba Miguel Ángel Sendín, constructor de 50 años, a quien todavía le duraba la indignación por lo vivido en la madrugada del viernes. « La familia que vive ahí ya se había marchado a Moraleja cuando la casa empezó arder. Yo vivo al lado y me quedé para echar agua porque los tejados de las casas son de madera . Llegaron varios miembros de retenes con camiones con agua y se negaron a apagar el fuego porque decían que ellos no pueden intervenir en el casco urbano. Así que la casa se quemó».
Esta crítica, y sobre todo las que hablan de «descoordinación» entre los servicios de incendios y falta de interés en escuchar a los lugareños, se podían escuchar ayer en todos los pueblos afectados.
Zona catastrófica
Miguel Ángel Martín, albañil de 55 años, fue también de los que aguantaron en Hoyos por la noche hasta que el incendió le sacó de su finca. Se había pasado las horas previas remojando el perímetro con una manguera doméstica en un intento desesperado de minimizar los daños. « Pasamos miedo porque casi no se podía ni respirar . No se veía nada en la carretera y nos vimos fatal para llegar al pueblo. Nadie pasó por allí ni antes para decirnos que nos fuéramos ni después para ayudarnos».
Las tareas de extinción siguen y, si no hay sorpresas, la recuperación de la Sierra de Gata empezará hoy. PP y Ciudadanos han pedido la declaración de zona catastrófica.
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