Fallece Oldham Kelsey, la doctora que salvó a EE.UU. de la talidomida

La farmacóloga canadiense consiguió bloquear la distribución de talidomida en EE.UU. salvando la vida de muchos niños

Fallece Oldham Kelsey, la doctora que salvó a EE.UU. de la talidomida Captura de pantalla de lfpress.com

abc.es

La farmacóloga canadiense Frances Oldham Kelsey , responsable de impedir la entrada en el mercado estadounidense de la talidomida, ha fallecido este viernes a los 101 años de edad. La doctora Kelsey fue la responsable de investigar e interrogar al fabricante del sedante para embarazadas Kevadon , la compañía William S. Merrell, sobre los efectos secundarios de la talidomida

A pesar de las quejas de la empresa, que tachó a Kelsey de «pequeña burócrata», según el obituario del New York Times, la doctora inició una investigación particular que la llevó, en febrero de 1961, a leer un artículo del British Medical Journal donde se denunciaba que la talidomida podía causar ciertos daños en los recién nacidos.

Seis meses después, se conocerían los efectos devastadores del nombre genérico del sedante: la talidomida. El medicamento causó a lo largo de los años sesenta una epidemia de muertes y malformaciones en recién nacidos. Los expertos estimaron que 2.000 niños fallecieron y más de 10.000 nacieron con graves malformaciones en piernas y brazos, 5.000 de ellos en la antigua Alemania Occidental.

Para ese momento, millones de dosis del Kevadon se encontraban en los almacenes de la William S. Merrell esperando a ser distribuidos. La compañía había declarado que los avisos de la doctora Kelsey carecían de base. «Tenía la sensación de que no habían sido sinceros conmigo» , declaró Kelsey por aquel entonces.

Finalmente, la aplastante evidencia recogida en Europa y Oriente Próximo sobre los efectos de la talidomida lograron impedir el envío masivo del medicamento. Sólo diecisiete niños estadounidenses resultaron afectados por la talidomida, como resultado de muestras de prueba repartidas en algunas clínicas del país. Gracias a la insistencia de Kelsey en paralizar la distribución de la talidomida se evitó una tragedia en EE.UU como la ocurrida en otros países.

Kelsey, nacida en la Columbia Británica en 1914, acabó recibiendo múltiples galardones y su labor convenció al presidente de EE.UU., John F. Kennedy , para firmar una ley que endureciera los controles sobre nuevos medicamentos. Recibió la Orden de Canadá el mes pasado, que le fue entregada un día antes de su fallecimiento.

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