La quiebra de una ONG salpica a Cameron, que la apoyaba pese a las sospechas

Un alto funcionario acusa al primer ministro de estar «hiptonizado» por la fundadora de Kids Company

La quiebra de una ONG salpica a Cameron, que la apoyaba pese a las sospechas afp

luis ventoso

Kids Company es una onegé que nació en 1996 en Londres, para ayudar a los chavales desatendidos de los barrios conflictivos . Su fundadora es Camila Batmanghelidj , una iraní de aspecto estrafalario, ataviada con túnicas y turbantes de mil colores, que llegó a Inglaterra en los sesenta, con 12 años y sin saber inglés.

Kids Company se había ganado el corazón de David Cameron , que en más de una ocasión había definido a Camila como «una visionaria» y había presentado a su organización como « ejemplo de la labor social que quiero». Pero la onegé cerró ayer sus puertas por quiebra, bajo sospechas de malas prácticas contables y de haber encubierto abusos a menores.

La organización social estaba fuertemente subvencionada por el Gobierno central, que le aportaba el 23% de sus ingresos . Gozaba también de las simpatías del alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson , que aún ayer defendía su labor a pie de calle.

Este año el Gobierno le concedió una ayuda de 4,3 millones de euros , pero al descubrir que 1,1 millones los había destinado a salarios exigió que Camila Batmanghelidjh dejase de ejercer como consejera delegada de la compañía, cargo en el que llevaba 19 años. Ella accedió, pero fue insuficiente.

El Ejecutivo le exigió que devolviese los 4,3 millones, por sospechas de manejo contable fraudulento . Además, la policía investiga por qué Kids Company no le trasladó las quejas sobre posibles abusos sexuales a niños que estaban bajo su paraguas.

Incapaz de seguir adelante, Kids Company cerró ayer sus puertas. La onegé contaba con 650 empleados y once centros y actuaba en Londres, Bristol y Liverpool. Camila era una fija en esos escalafones de las mujeres más influyentes del país tan gratos a los dominicales de los diarios y había sido distinguida con la Orden del Imperio Británico.

El caso KC se ha convertido en un quebradero político para Cameron, de vacaciones en el Sur de Inglaterra y que parecía poder relajarse una vez que ha bajado la intensidad de la crisis de Calais. Un alto funcionario que investigó la contabilidad de Kids Company acusa al primer ministro de estar « hipnotizado » por Camila y asegura que cuando le plantearon dudas sobre la actuación de la organización las desoyó con un «dadle a KC lo que quieran».

El cierre ayer de sus instalaciones se vivió con lágrimas de familias en su barrio londinense de origen, Camberwell. Ciertamente los niños quedan súbitamente desatendidos , aunque el Gobierno asegura que buscará otras onegés que los ayuden. CK les daba comida caliente, aconsejaba a las familias y buscaba un alojamiento a los pequeños que no lo tenían.

La carismática y excéntrica Camila Batmanghelidjh ha respondido en BBC Radio que el cierre se debe a «una maliciosa campaña de descrédito ». Reconoce los números rojos, pero los achaca a su buen corazón, que la llevó a aceptar a más niños de los que podía soportar su estructura financiera. También cuenta que la investigación policial provocó la retirada de un importante donante , que había comprometido cuatro millones de euros. Por último asegura que el Gobierno no llevaba bien que denunciase en voz alta la precariedad en la que viven muchos niños ingleses.

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