Ningún organismo público es responsable de la revisión de las escaleras mecánicas

Según fuentes del sector, la responsabilidad de su correcto funcionamiento recae sobre la empresa encargada de su mantenimiento y los propietarios de la instalación

Ningún organismo público es responsable de la revisión de las escaleras mecánicas abc

joaquín soto medina

Morir entre las «tripas» de una escalera mecánica . Ese ha sido el trágico destino de una madre china al caer por el hueco de este equipo mecánico y quedar atrapada entre sus engranajes. El suceso, recogido en un vídeo, ha provocado una auténtica psicosis entre los ciudadanos del país asiático, quienes se afanan por no poner a prueba la ya dudosa consistencia de las planchas metálicas del final de la escalera.

Y no es la única víctima. El pasado sábado 1 de agosto, un operario de limpieza de un centro comercial de Shángai perdió su pie tras quedar atrapado entre los escalones de la escalera y la plancha metálica donde estos terminan.

Para Enrique Zaldívar, jefe de mantenimiento y montaje de escaleras mecánicas de la empresa Otis, es un «despropósito» la tragedia china. Este ingeniero con veinte años de experiencia en el sector explica que las azafatas «deberían haber pulsado el botón de stop inmediatamente en el momento que hay un riesgo o un peligro». Según explica, la normativa vigente obliga que este pulsador, capaz de parar la maquinaria en caso de peligro, esté presente tanto al comienzo como al final de las escaleras mecánicas.

La norma por la que se rigen las escaleras mecánicas a nivel europeo es la EN-115 , la cual establece una serie de recomendaciones de seguridad tanto para los equipos mecánicos fabricados posteriormente al año 2010 (EN-115-1) como para la adaptación a la misma en aquellas fabricadas antes de esa fecha (EN-115-2).

Fuentes del sector apuntan que el problema es que los modelos más antiguos (solo el 20% de las escaleras mecánicas existentes en España han sido fabricadas de acuerdo a la nueva normativa) carecen de los últimos sistemas de seguridad que incluyen las nuevas unidades instaladas y que indica la norma EN-115-1. Aún con todo, las escaleras mecánicas, como cualquier otra máquina que se instale en los países pertenecientes a la UE, deben contar con el certificado de la Comisión Europea (CE) , el cual establece una serie de requisitos de seguridad obligatorios.

Añaden además, que gracias a la existencia del Reglamento de Aparatos Elevadores (RAE) , los ascensores están sujetos a inspecciones periódicas que verifican el correcto estado de los equipos. Sin embargo, las escaleras mecánicas no están incluidas en este reglamento. De este modo, ningún organismo público tiene la responsabilidad de realizar inspecciones periódicas a estos equipos, dejando la responsabilidad de su correcto estado y funcionamiento sobre la empresa encargada de su mantenimiento y los propietarios de la instalación. Por ello, desde el sector, se fomenta la colaboración con los organismos públicos con el objetivo de maximizar la seguridad de las escaleras mecánicas.

Los niños, nunca solos

Estos accidentes han puesto de manifiesto que las escaleras mecánicas distan mucho de ser inofensivas si no se toman las debidas precauciones. Y toda precaución es poca cuando hablamos de niños. Como afirma el ingeniero Enrique Zaldívar, los pequeños deben ir siempre de la mano de sus padres o de un adulto. «Una inconsciencia que se hace frecuentemente es dejar a los niños jugando con los pasamanos y las escaleras mecánicas y es mucho riesgo: un niño sentado en un escalón puede atraparle la ropa y un dedo» , indica.

Otros de las imprudencias habituales es subir los carritos de bebé por las escaleras mecánicas , algo que nunca se debe hacer «porque cuando tú pegas la rueda en el escalón, y la escalera llega a la parte alta, estás impidiendo que el escalón se ponga plano. Al no poder cerrarse impacta contra peines–la placa de acero con dientes que impide que se queden atrapados los dedos de las manos y los pies– y puede producir un accidente y el niño puede salir volando» , explica Enrique Zaldívar. «La gente se cree que cuanto más pegues la rueda al fondo es más seguro y es al revés», añade.

Existen más riesgos como llevar botas o zapatos de goma. Al llevar este tipo de calzado te expones a que la goma intente meterse entre el escalón y la faldilla (el lateral) del equipo mecánico y puedas quedar atrapado. Afrontas el mismo riesgo cuando vas arrastrando la ropa o pones tu equilibrio a prueba cuando cargas con demasiadas bolsas y no te apoyas en el pasamanos.

Un transporte muy concurrido

Una escalera mecánica estándar es capaz de trasladar a 6.750 personas cada hora. El sector calcula que solo en los metros de Madrid, Barcelona y Bilbao utilizan este servicio 1.054 millones de viajeros al año. Pese a su gran afluencia de público, «la tasa de accidentes es pequeñísima , incluso más que viajar en avión», recuerda Enrique Zaldívar. Aún así, estos equipos conllevan riesgos y peligros si no se toman las debidas precauciones. «Estoy 100% seguro de que la gente no se da cuenta de los riesgos que tiene, ni se informa ni prepara sobre ellos», explica el ingeniero.

Ahora ya no tenemos excusa para no tomar precauciones cuando vamos subido a una de ellas.

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