Entre treinta y cien dólares por un órgano fetal en buen estado
Polémica en EE.UU. por la financiación pública de clínicas abortistas que venden órganos fetales
The Center for Medial Progress, una organización contraria al aborto , sacó ayer a la luz un nuevo vídeo en el que acusa a la red de clínicas Planned Parenthood de vender órganos y tejidos de fetos abortados . En las últimas semanas, habían emitido documentos grabados con cámara oculta en los que se muestran a doctores o miembros de Planned Parenthood, la mayor red de EE.UU. de clínicas de salud reproductiva, que describen cómo se venden o los precios de estos órganos y tejidos.
En el vídeo de ayer, el quinto en la serie, Melissa Farrell, directora de investigación de Planned Parenthood para la Costa del Golfo, habla de cómo «cambiar los procesos» en los abortos para obtener «cadáveres fetales intactos » que faciliten su posterior uso en investigación.
En el documento también aparece Abby Johnson, ex directora de la misma filial de Planned Parenthood, que asegura que en ella se obtenían cerca de 120.000 dólares al mes con la venta de órganos y tejidos de abortos . Johnson abandonó Planned Parenthood en 2009 y se convirtió en una activista anti-aborto.
Planned Parenthood ha negado que haga negocio con los órganos y tejidos de fetos abortados y que en las cifras que se mencionan en algunos vídeos –por ejemplo, entre 30 y 100 dólares para algunos órganos – se refieren a los costes de los procedimientos, como su conservación y envío y que siempre lo hacen con el consentimiento de la paciente. En EE.UU. es ilegal vender o comprar tejido fetal, pero se permite su donación para investigación si se hace con consentimiento expreso.
La red de clínicas abortistas ha criticado que el vídeo manipula los testimonios. «Están hechos con la intención de conmocionar y engañar al público », dijo su vicepresidenta ejecutiva, Dawn Laguens. «Por ejemplo, un vídeo fue editado para que pareciese que una doctora decía que “vendería” tejido fetal para hacer negocio cuando, en realidad, dijo lo opuesto, en diez ocasiones, y en casi todas ellas fue editada».
Pese a la defensa de Planned Parenthood, el escándalo ha colocado a esta organización en plena pelea política. El lunes, el Senado votó una ley para eliminar el acceso de esta red a financiación pública, su principal fuente de fondos. En el último ejercicio, Planned Parenthood recibió 528,4 millones de dólares de las arcas federales, el 41% de sus ingresos.
2,7 millones de pacientes
La cámara alta, impulsada por la bancada republicana, exigía terminar esa financiación, a pesar de que, por ley, ni un solo céntimo de los contribuyentes se dedica a los procedimientos de aborto. Planned Parenthood tiene 2,7 millones de pacientes al año –la mayoría, mujeres de bajos recursos–, pero, según sus propias cifras, solo el 3% de las operaciones que realiza son prácticas abortivas. Entre otros servicios, ofrece tratamientos contraceptivos, exámenes de cáncer de ovario y de pecho y diagnóstico y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual.
La votación en el Senado no logró el suficiente apoyo, con algunos republicanos a favor de mantener la financiación federal (y alguna deserción demócrata). Pero esto no será el final de la batalla. Algunos legisladores republicanos han avisado que retomarán los esfuerzos por cortar el grifo público a Planned Parenthood a partir de septiembre y la polémica también se ha colado en la carrera presidencial: los candidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders han defendido a la red de clínicas, mientras que los republicanos han reaccionado con ira a los vídeos. Donald Trump defendió cortar la financiación y criticó que no hubiera unanimidad entre sus compañeros de partido mientras que Ted Cruz defendió «usar toda herramienta disponible para no financiar a lo que parece ser una empresa criminal ».
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