El padre de los tres niños lusos vio morir a sus pequeños sin poder hacer nada

Portugal vive en estado de conmoción la pena por el fallecimiento de tres niños de cuatro, ocho y 12 años en un accidente de carretera ocurrido en la provincia de Zamora el pasado sábado 1 de agosto. El padre de las víctimas se encuentra muy grave , mientras el conductor del camión que embistió al automóvil (también de nacionalidad lusa) se halla muy impactado psicológicamente .

El suceso tuvo lugar cuando los afectados viajaban desde Francia –donde residían a causa del trabajo del progenitor– hasta el país vecino para disfrutar de sus vacaciones de verano . De hecho, una niña francesa iba a bordo como invitada para el tiempo de ocio, aunque afortunadamente salió casi ilesa.

La colisión fatal se produjo a la altura de la localidad de Cerezal de Aliste , en un punto negro de la N-122 tristemente famoso por el volumen de accidentes que soporta.

Las terribles circunstancias hicieron que el cabeza de familia viera morir a sus tres pequeños sin poder hacer nada porque él mismo quedó aplastado bajo el amasijo de hierros de los vehículos.

Los restos mortales de los niños llegaron este lunes 3 de agosto a la localidad portuguesa de Murça , donde reciben sepultura a las 9.30 horas del día siguiente.

Los trámites para la repatriación se han realizado de forma muy rápida dada la proximidad de Zamora con esa región de Portugal, con el objetivo añadido de no prolongar demasiado la agonía de la madre y de los abuelos maternos, que se desplazaron hasta la localidad española en cuanto tuvieron conocimiento del triple deceso.

Los abuelos paternos residen en Vargés, una pequeña población cercana a Murça que ha suspendido sus fiestas populares en señal de duelo. Allí tenía previsto la familia pasar el mes de agosto en armonía, trágicamente cercenada.