¿Hay en España túneles tan bajos como el de Lille?
La altura máxima de los autobuses interurbanos es de cuatro metros, y no hay túneles de menos de esa altura en la red estatal de carreteras, según el Ministerio de Fomento
Quizás un despiste o quizás una mala señalización provocaron que este domingo un autobús español , en el que viajaban 53 estudiantes españoles de Bilbao a Ámsterdam, quedara incrustado en el túnel de Romarin , en Lille (Francia), con el techo arrancado de cuajo. Según reconocieron las autoridades galas, a 150 metros de la entrada del paso faltaba un pórtico del que hace unos meses pendía una barra metálica para alertar a los vehículos de la altura máxima del túnel. Pero ya hacía varios meses que un camión lo había arrancado de su sitio.
En España, el Ministerio de Fomento asegura que « no hay túneles con gálibo (altura) inferior a cuatro metros en la red estatal de carreteras», lo que sitúa a estos pasos muy por encima de los apenas 2,60 metros del pasaje francés de Lille. Además, las mismas fuentes explican que en aquellas carreteras que sean de competencia autonómica, provinciales o municipales, sí puede haber pasos de menos de cuatro metros de altura, pero que en ese caso «la norma exige señalización de gálibo».
La norma en concreto recibe el nombre de « Orden de 27 de diciembre de 1999 por la que se aprueba la Norma 3.1-IC. Trazado, de la Instrucción de Carreteras » y establece lo siguiente: «Donde la altura disponible sobre la plataforma sea inferior a 4,0 m, se señalizará la limitación por medio de una señal R-205, colocada de manera que se disponga de espacio suficiente para que los vehículos que excedan de dicha altura se puedan desviar por otro camino o, en su caso, dar la vuelta. Se recomienda colocar un pórtico comprobador del gálibo real antes de llegar a la sección con altura limitada».
Márgenes de confort en túneles
Por otra parte, la Asociación Mundial de Carreteras (PIARC en inglés), refleja, en su « Manual de túneles de Carretera », una serie de normas seguidas por la Unión Europea en el diseño de túneles: «La altura libre mínima por encima de la calzada debe ser al menos igual a la máxima altura del diseño de los vehículos pesados autorizados en la carretera, aumentada en el espacio que permita los movimientos del vehículo debidos a irregularidades de la calzada o del propio vehículo».
Además, se considera que «es necesario un espacio suplementario para que los conductores de los vehículos pesados se sientan cómodos . Este margen de confort está relacionado con la distancia al objeto», y por parte del PIARC, se considera que es de 0,30 metros. Una distancia que hay que sumar a un margen de 0,20 metros para absorber los movimientos verticales de los vehículos.
Por ello, dado que la mayor parte de los países europeos, España incluída, establece una altura máxima para los vehículos pesados de cuatro metros, según la Asociación Mundial de Carreteras la altura mínima deberá estar en los 4,50 metros . Una situación similar a la que están el 22% de los túneles de la red estatal de carreteras, que tienen unas alturas mínimas de entre cuatro y cinco metros, según el Ministerio de Fomento.
Alturas de vehículos
Por último, tanto Asintra (Federación Española Empresarial de Transportes de Viajeros) como ANFAC (Asociación Española de Automóviles y Camiones) confirman que el Reglamento General de Vehículos establece que la altura máxima de los vehículos , incluyendo la carga, debe estar en los cuatro metros, aunque para el caso concreto de los autobuses urbanos (se les conoce como clase I), pueden llegar hasta los 4,20 metros de altura .
La Dirección General de Tráfico (DGT) es la responsable de vigilar que no se incumpla la normativa y circulen vehículos más altos. Pero, a nivel de producción, ANFAC explica que « los fabricantes deben certificar las masas y dimensiones de los vehículos que producen y ponen en el mercado, aspecto que documentalmente queda reflejado en la ficha técnica del vehículo». No será hasta que el Ministerio de Industria homologue el vehículo en cuestión, apoyándose en servicios técnicos de homologación, hasta que empiece la fabricación en serie. Ya en ese estadio, las auditorias se encargarán de verificar que la producción sigue los parámetros de la homologación.
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