Liberan en Portugal a una esclava vendida por su propia madre
La joven rumana, de 17 años, llevaba cinco viviendo en contra de su voluntad cerca de Oporto
Historia terrible de esclavitud en el siglo XXI y en plena Unión Europea. La policía de Oporto ha liberado a una joven de 17 años que llevaba un lustro cautiva y ejercía a la fuerza las labores de casa.
La menor, de nacionalidad rumana, había sido vendida en 2010 por su propia madre. La compró un matrimonio del mismo país con residencia en la localidad de Ovar (norte de Portugal).
A la chica no le quedaba más remedio que cuidar de los cinco niños de la pareja, que se dedica a la venta ambulante, y encargarse de la limpieza del hogar y de hacer la comida. No le permitían descansar y, si la cazaban incumpliendo sus obligaciones, sacaban un bastón y le daban golpes sin piedad. También instaban a la víctima a salir a las calles para pedir dinero a los transeúntes e incluso a robar en las tiendas de Ovar.
Fue la propia chica quien logró escapar un día para denunciar su caso ante la policía . De esta forma, ha conseguido que caigan sobre sus «padres» acusaciones sobre tráfico de seres humanos, abuso sexual de menores, malos tratos y falsificación de documentos.
Todos los implicados en el oscuro asunto son de etnia gitana. Fue precisamente por este rito que impusieron a la chavala casarse con el hijo mayor del matrimonio en cuestión, por lo que dormía con él cada noche.
«Reinserción» como tapadera
Sus maratonianas jornadas arrancaban siempre a las seis de la mañana. Y, a partir de ahí, sin parar de realizar actividades hasta que llegaba la hora de acostarse otra vez. La citada pareja recibía un subsidio del Gobierno portugués para facilitar su «reinserción», aunque todo era una tapadera que ocultaba el rostro que ahora sale a la luz.
Mientras tanto, la verdadera madre sigue viviendo en Rumanía . Sin embargo, su vida puede cambiar de manera brusca en los próximos días ya que las autoridades lusas han informado a las de aquel país sobre todas estas sórdidas circunstancias.
Para colmo de males, no era la primera vez que su progenitora la vendía , pues anteriormente permaneció un año con otro matrimonio de nacionalidad rumana previo pago de una cantidad.
