Portugal será el país más envejecido de Europa en 2.050
El 40% de la población superará los 60 años, mientras que en España se alcanzará el 35,7%
El envejecimiento de la población no es sólo una consecuencia de la crisis (la falta de recursos económicos hace bajar la tasa de natalidad para no endeudarse tanto) sino que tiene a su vez contrapartidas muy negativas para la salud y la economía de un país, pues aumenta drásticamente el número de pensionistas y de emergencias médicas. Con estas perspectivas, el nuevo informe elaborado por el King’s College londinense, a instancias de la Universidad de Coimbra y la Fundación Gulbenkian de Lisboa , sólo puede calificarse como demoledor para Portugal.
De aquí a 2.050 el país vecino se convertirá en el más viejo de Europa, con un 40% de la gente superando los 60 años. Sólo Japón estará por delante en la lista mundial, algo que debe preocupar mucho a los respectivos gobiernos. Corea del Sur permanecerá en la tercera posición y el cuarto puesto será… para España, con un 35,7%.
Según publica la prestigiosa revista británica ‘ Palliative Medicine ’, la investigadora Bárbara Gomes ha puesto al día estos datos dentro de un estudio sobre la preferencia de los portugueses a la hora de elegir el lugar donde morir. Una circunstancia también alarmante y con efectos económicos: un 64% de los ciudadanos del otro lado de la frontera fallece actualmente en hospitales, mientras que en 2.050 el porcentaje subirá nada menos que al 75%.
¿Puede permitirse el sistema sanitario luso semejantes cifras? La respuesta es complicada en plena era de recortes, que hacen estragos en los centros sanitarios. Para colmo, el incremento es muy acusado en el caso de las muertes de personas mayores de 85 años en los hospitales: del 28% de 1988 al 54% de 2010.
Países como Canadá, Estados Unidos, Bélgica o Reino Unido han logrado disparar la tasa de jubilados que se despiden de este mundo en su propia casa, contando en sus últimos días con un equipo de cuidados intensivos.
Bárbara Gomes se queja de que no existan respuestas comunitarias a estos problemas, lo que agranda las diferencias entre el norte y el sur del continente.
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