Greenpeace reclama una gestión activa del paisaje para reducir los grandes incendios
La organización ha denunciado que la meteorología extrema y los recortes en prevención y extinción propician la aparición de fuegos
La organización Greenpeace ha denunciado que la meteorología extrema y los recortes en prevención y extinción , la pervivencia en las causas del fuego (chispas, tareas agrícolas, negligencias, intencionados) o las urbanizaciones cercanas a entornos forestales son algunas de las causas que propician los grandes incendios, es decir, aquellos cuyas dimensiones superan las 500 hectáreas.
La ONG ha publicado este jueves un informe «El verano que no queremos que ocurra. Seis ingredientes para un cóctel explosivo en materia de incendios forestales », en el que identifica los factores necesarios para que el verano se convierta en «trágico» y advierte de que si no se gestionan adecuadamente los montes, habrá grandes incendios .
Ante este panorama, reclama un «cambio de paradigma» en la lucha contra los incendios que se base en reproducir el régimen natural del fuego . El documento reflexiona sobre la posibilidad de que se repitan años como 1984 o 1985, los dos peores de la estadística forestal española, que comenzó en 1961.
Asimismo, Greenpeace demanda una « gestión más activa del paisaje » que tienda a imitar a pequeña escala del régimen natural de incendios: a través de las quemas prescritas, explotación forestal, extracción de biomasa para uso energético, ganadería extensiva, etc.
Gestión activa del paisaje
A su juicio, se necesitan ecosistemas forestales y paisajes más resistentes al fuego y a los escenarios del cambio climático . El documento concluye también que las Fiscalías de Medio Ambiente «necesitan más apoyo» para esclarecer y perseguir los delitos de incendios forestales .
Además del informe, la organización ha elaborado «la portada que nunca querríamos leer» un periódico en el que hace una proyección de futuro en el que el verano de 2018 es el peor de los últimos 30 años.
Para el responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto , ante el gran número de accidentes, negligencias e intencionalidad en el origen del fuego , y con las proyecciones de los expertos en materia de cambio climático, se puede temer que este escenario podría volver a producirse. «Nos gustaría pensar que es imposible que se repitan veranos con más de 400.000 hectáreas calcinadas y decenas de fallecidos por causa del fuego», ha declarado.
Greenpeace aduce que entre las causas están la pervivencia de las causas del origen del fuego (chispas producidas por maquinaria agrícola y forestal, quema agrícolas y ganaderas, negligencias, alta intencionalidad, pirómanos, etc.); la falta de gestión forestal preventivas; los fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor, sequías) como los que estamos viviendo actualmente, debido al cambio climático.
Igualmente, advierte del aumento de la «cada vez más difusa línea que separa la superficie forestal con urbanizaciones y viviendas fuera de los núcleos rurales», conocida como interfaz urbano-forestal .
La paradoja de la extinción
En este contexto, apunta a la «paradoja de la extinción» que pone el dedo en la contradicción que supone que el «éxito» en la extinción de los incendios, la erradicación casi total del fuego , supone un incremento del riesgo de incendio forestal, debido a la acumulación de combustible.
Otra de las causas que denuncia son los recortes en gestión forestal, prevención y extinción de incendios, así como la precarización laboral y privatización del colectivo dedicado a la extinción de incendios.
El informe incluye las opiniones de expertos en prevención y extinción de incendios en relación con la necesidad de reproducir el régimen natural de incendios de los montes mediterráneos a través del uso controlado del fuego en condiciones meteorológicas favorables ( quemas prescritas ) con el objetivo de reducir la carga de combustible y minimizar el riesgo de grandes incendios forestales.
«El peligro no son los incendios forestales en general, no es el fuego. El verdadero peligro son las perturbaciones extremas, los incendios de alta intensidad, los incendios incontrolables debido al cóctel formado por acumulación y continuidad del combustible, abandono rural y cambio climático», ha añadido Soto.
Finalmente, insta a que en la cumbre del clima de París , el próximo mes de diciembre, se alcance un tratado internacional ambicioso y vinculante que tenga como objetivo evitar que las temperaturas globales aumenten por encima de los 2 ºC, o incluso 1,5 ºC.
«Si queremos evitar que sean los grandes incendios forestales los que gestionen el paisaje durante los fenómenos meteorológicos extremos, como ha ocurrido recientemente en la comarca de Cinco Villas, tendremos que actuar nosotros antes de que lo haga el fuego», ha concluido Soto. « La inacción nos condena a más, más intensos y más destructivos incendios forestales», ha aseverado.
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