Buscarse la vida y labrarse un fututo fuera de España

Buscarse la vida y labrarse un fututo fuera de España

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  1. Buscando una oportunidad en Barlín

    Tras un Erasmus en Bremen, María Zuil, madrileña de 25 años, decidió marcharse a Berlín a principios de 2014 tras conseguir unas prácticas en Agencia EFE. Ello después de estar buscando una oportunidad que en España no llegaba. Una historia de la que Alemania está llena hoy en día: jóvenes de sur de Europa que escapan del desempleo de sus países en busca de oportunidad.

    Esa oportunidad no siempre llega en la llamada locomotora económica europea, donde la precariedad es la otra cara de la moneda del relativo bajo desempleo. Pero ese no es el caso de María: tras acabar sus prácticas, cpmenzó a trabajar como encargada de comunicación en la startup española con sede en Berlín Libros.com. Ese empleo lo combina con su actividad como periodista freelance.

    “Independientemente de la crisis, yo siempre tuve claro que quería irme de España un tiempo después de terminar la carrera. No solo por aprender idiomas”, asegura María, que pese a no arrepentirse de haber emigrado, sí espera volver algún día a su país. “Como emigrante, y creo que nos pasa a muchos, siempre tienes la sensación de que te falta algo, aunque luego cuando vas a España sientes que te falta también. Al final tienes que poner todo en una balanza y valorar.”

  2. Con contrato español en Catar

    Miguel Cogolludo Sánchez (Madrid, 1987) Es ingeniero técnico industrial y realizó varios master de negocios tanto aquí en España como en Estados Unidos. Actualmente trabaja en Doha, Catar, como Gerente de Mantenimiento en el Nuevo Aeropuerto Internacional.

    A diferencia de otros españoles, Cogolludo no tuvo que buscar trabajo fuera de España. La empresa española Ferrovial le contrató para el proyecto de construcción del nuevo aeropuerto, que ha lanzado su carrera profesional.

    Aunque le gustaría volver a España reconoce que un proyecto como el que lleva allí no sería igual en nuestro país. No contaría «ni con el mismo dinero ni con la misma gente».

    Cogolludo calcula que en Catar habrá actualmente «cerca de 2.000 o 3.000 españoles». De hecho, en el último año han tenido cuatro incorporaciones de jóvenes españoles que buscan, como él, proyección laboral fuera de nuestras fronteras.

  3. Estudiar la anguila europea en Fracia

    ¿Quián sabe que la anguila europea está en peligro de extinción?

    María Mateo es bióloga y su proyecto de doctorado se inscribe en el marco de la reducción de las presiones antropológicas y mejora del hábitat de la anguila europea.

    «Ahora mismo estoy creando un modelo matemático para la recuperación del hábitat de la anguila», explica. En lugar de trabajar a pie de campo, María trabaja en el IRSTEA (http://www.irstea.fr/) gracias a una beca privada que financia sus estudios.

    Antes de estar en Burdeos ha estado en muchos lugares de Francia e incluso ha trabajado en el Museo de Historia Natural de París.

    Ella dice que le gustaría pensar que en España existen las mismas oportunidades que las que tiene en Francia, aunque reconoce que realizar el doctorado becada en España hubiera sido más difícil.

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